Saltar al contenido

Islas Jónico

Rapsodia de otoño

Para conjurar esa aparente decepción, cogí mis pinceles, como una bruja empuña su ramillete de tomillo, y me dispuse a exorcizarla la desgana a base de dibujar un día tras otro el mismo cielo, el mismo mar, las mismas piedras y el mismo árbol.

Una tormenta y una casa azul

Había una casa azul en la bahía. Era una extravagancia de color, una nota disonante en un paisaje verde, con árboles románticos que descendían con atropello por la montaña hasta pararse maravillados contemplándose en la orilla.

Un pobre país, sin pobres

Durante mucho tiempo he pensado sobre aquella objeción y sobre el derecho de un viajero a seguir encontrando aquello que le enamoró por vez primera. Grecia deslumbra, eso es un hecho.