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Mi pueblo

Una carta del Sol

Si todos viéramos las mismas cosas, no haría falta describirlas ni explicarlas. La vida sería un poco más monótona y hasta aburrida. Porque, ¿quién está seguro de que lo que ve es la realidad? Para empezar, nuestro ojo es una cámara oscura que proyecta en la retina todo aquello que se le pone por delante; pero la imagen está invertida y es nuestro cerebro el encargado de reinterpretarla.

Amores locos

Hay en este mundo quien se hace el loco. Y hay quien aun siéndolo lo disimula. Yo bendigo a los locos que aceptan con orgullo su disfunción. Gracias a ellos florecen las coloradas amapolas entre los campos de clónicas espigas. Los cuerdos hacen mil veces las mismas cosas esperando diferentes resultados. Y nunca alcanzarán el sueño de su roja adormidera.