Yiannis Ritsos fue uno de los grandes poetas griegos contemporáneos, de la generación del 30, tan importante como Elytis o Seferis, pero a diferencia de ellos nunca obtuvo el premio Nobel. Su obra fue prohibida en varias ocasiones en su país, especialmente durante las dictaduras de Metaxas y de los Coroneles y acabó encarcelado en los campos de concentración de Limnos, Agios Evstratios y Makronisos. Sobre Ritsos ya he hablado en alguna ocasión, sobre su estancia en Limnos y su poema homenaje al perro Dick, amigo de los reclusos; o del escalofriante Epitafio, que dedica a una madre con su hijo muerto por la represión de las manifestaciones del 1 de mayo.
Decía el mismo Ritsos que las palabras son las venas, por ellas circula la sangre. Y la formación de la sangre yo la estudiaba como hematopoyesis, que viene del griego, ποιέω, hacer ,crear. Que da origen a la palabra “poesía”.
Para los griegos, existían tres clases de poesía: la poesía lírica, la dramática y la épica. Cada una de ellas, presentaban características muy distintas. Por ejemplo, la poesía lírica, como su nombre indica, eran las composiciones de palabras que se acompañaban con lira o con arpa, especialidad en la que Sapho fue una maestra. La poesía dramática incluía parlamentos destinados al teatro. La poesía épica se usaba para contar las epopéyas; nuevamente de la misma raíz griega anterior; las batallas con sus victorias y derrotas, los héroes vencedores más allá de la muerte y los lamentos de los execrables cobardes vencidos. Todas ellas estaban hechas para ser escuchadas, como la música. Así que sangre, poesía, drama y la melodía estaban unidas desde los comienzos de esta historia de leer y emocionarse.
Dicen que la poesía nos ayuda a poner en palabras aquello con lo que soñamos, lo que amamos y nos alegra, pero al mismo tiempo, nos permite expresar las tristezas, los dolores y los miedos. Aunque yo siempre he considerado que es todo lo contrario, que nuestros sueños y sentimientos se evocan al oír la conjunción de unas silabas, el silencio del poeta, los misterios depositados en sus renglones y espacios en blanco, aquellas líneas de símbolos, en las que nosotros detenemos los ojos, los rescatamos, los transformamos y los hacemos nuestros, mientras el corazón se acelera y sentimos como impulsa los fluidos por el cuerpo. Sí es verdad, los versos son las arterias por donde gotean nuestros glóbulos rojos, transportando oxígeno y venenos. Y si nos preguntaran que expresión artística es más semejante a la poesía, sería simplista relacionarla con la literatura, aunque de palabras están hechas ambas. La poesía está construida por sonidos, como una partitura, y al ejecutarla se enciende esa chispa feroz e irracional, que nos sobrecogerá una y otra vez cuando nos encontremos en el mismo pasaje, en el mismo compás, en esa melodía que ya esperas, porque la conoces, pero que te emociona como la primera vez. Una novela no se puede leer cien veces por mucho que nos guste, pues conocemos el final y nos aburre, un aria de Bach y los versos de Homero sí.
La historia del hombre podría reducirse a la de las relaciones entre las palabras y el pensamiento y la poesía es un elemento primordial en el desarrollo del lenguaje y un género literario que nos ofrece una visión de cómo era la vida hace miles de años atrás. Ya, en antiquísimos jeroglíficos que, se jugaba con las imágenes para expresar sentimientos y rituales comunitarios.
Pero volvamos a Ritsos. Cuando es liberado, su escritura de urgencia contra la barbaridad y la injusticia se dulcifica, compone Sonata Claro de Luna, Η σονάτα του σεληνόφωτος, , que representa el cenit de su madurez artística.
La Sonata es un largo poema en el que el sujeto es una mujer adulta que conversa con un hombre joven, repitiendo el constante ruego : «Déjame ir contigo», una plegaria para que le permita contemplar la vida con sus ojos, un estribillo casi musical. En el fondo, es una alegoría del cansancio por la ruina y decadencia de un mundo, de un país y de una época. Es durante este año en el cual recibe el Premio Nacional Griego de Poesía por esta misma obra.
Es un incordio saber de antemano que quiso decir el autor cuando pasó la pluma por el papel, pues nos predispone y nos coarta de emocionarnos con nuestras propias imágenes. Por eso, ahora que he desvelado el misterio de los motivos de Ritsos al componer su sonata, no hagáis caso, haced oídos sordos y que cada uno encuentre en la belleza de sus asonancias los motivos más personales. Porque como también decía él mismo: la poesía no tiene la última palabra, pero casi siempre tiene la primera.
Déjame ir contigo
Qué luna esta noche…
Es buena esta luna, no se marcarán mis canas
La luna hará que mi pelo vuelva a ser dorado, no te darás cuenta
Déjame ir contigo
En noches bañadas por la luna
las sombras se engrandecen en mi casa
Manos invisibles corren las cortinas
Un dedo tenue escribe palabras olvidadas en el polvo que cubre el piano
No quiero oírlas… Cállate
Déjame ir contigo
Sólo un rato, hasta la valla de la fábrica de ladrillos
Hasta donde la calle se esconde tras la curva y aparece la ciudad de cemento, de aire
Blanqueada de cal lunar
Tan indiferente y etérea
Tan positiva que parece metafísica
Tanto, que finalmente puedes creer que existes y que no existes
que jamás has existido, que el tiempo y sus secuelas no han existido…
Déjame ir contigo
Nos sentaremos un poco sobre el banquito, en altozano
y según nos llegue aire primaveral
Es posible que nos imaginemos ya como volando
porque muchas veces, incluso ahora, todavía,
Oigo el roce de mi falda
como el ruido de dos potentes alas que baten
Y cuando te encierras en este eco del vuelo
notas como una costra en tu garganta, tus costillas, tu carne
Y así tensos por los músculos del viento azul,
dentro de los robustos nervios de la altura
no tiene importancia si vas o vuelves
y tampoco importa que mis cabellos hayan encanecido,
no es esto lo que me apena, lo que me apena es que mi corazón no se vuelve
blanco.
Déjame ir contigo
Sé que cada uno caminamos sin compañía por el amor,
solitarios en la gloria, y en la muerte
Lo sé. Lo probé. No sirve.
Déjame ir contigo…
Hola Anuska, que entrada más bonita. Cada vez que hablo tu blog es como un regalo. La palabra. Aquello que no se nombra no existe y con la poesía le das color… y calor. He leído muy poca poesía, pero cuando una me entra dentro, me emociona hasta las trancas, y ya sabes lo burro que soy yo para estas cosas. Preciosa la sonata de Ritsos. Al leerla, he tenido la sensación de recordarla. No has hablado tú de ella en alguna otra ocasión?
Un millón de besos
Viriato
Hola, chico. De la sonata no había hablado, de Ritsos sí. También era el poeta griego favorito de Ra, supongo que por eso te suena tanto. Su poesía es por lo general dura y contestataria, pero aquí se vuelve dulce y melancólico. Es mucho más grande la sonata, solo he puesto un fragmento.
Besos
Hola Ana , que bonita poesía de Ritsos , gracias , siempre es un placer leer tu blog
Un beso
Sí, es preciosa, es mucho más larga, solo he puesto un cachito, para no aburrir.
Un abrazo, Mercedes
Muchas gracias por esos regalos con los que periódicamente nos obsequias y aunque no siempre son contestados, siempre son agradecidos. He leído tus palabras introductorias de la poesía, por cuyo descubrimiento también te doy las gracias.
Me levanto con la mala noticia de la muerte del HÉROE francés Arnaud Beltran. Me viene a la memoria el bonito Romance del conde Arnaldos. Narra un lance de caza, de una galera, de un marinero, de una poesía, de una canción. Permíteme, que como un acto de honor hacia él, quiera compartir contigo y con quienes siguen este blog la versión de un moderno juglar de la composición de un conde español cuyo nombre es como el del gendarme francés muerto al decidir ofrecerse para liberar a un rehén apresado por un yihadista que decía obrar en nombre de Ala:
El cantar tiene sentido – Amancio Prada
https://www.youtube.com/watch?v=jRtwWAvxQj4
Gracias a ti, Marcelino, por leer y comentar. El romance del conde Arnaldos es precioso, lo conocía. Me encanta la galera con las velas de seda. La verdad es que transmitir esas sensaciones y meterte en situación, solo se conigue con la poesía, en prosa se tardaria tres o cuatro páginas en intentar, solo intentar, describirlas.
Un abrazo
Me ha encantado.
Gracias a Marcelino he conocido el blog y estoy entusiasmada. Adoro el mar y todo lo que tenga que ver con él, se diría que es mi amante, ese que nadie sabe y por ello el más apasionadamente querido.
Soy aprendiz de marinera del Raw Praqw y estos tres últimos veranos han sido los mejores de mi vida, con el patrón Marcelino, Miche, Marion y un grupo de personas que hacen de la comunidad de Raw Praw un grupo de amigos inolvidables con los que cada año más amplio hemos disfrutado de los misterios de la Grecia menos conocida.
Prometo seguir el Blog ya que hace que la espera a la próxima singladura sea más llevadera.
Un saludo
Sintry
Hola Sintry y bienvenida a esta pequeña Grecia virtual. Y saludos a tu amante, aunque tengo que confesar que yo también tengo un romance con él; es un poco promiscuo. Pues estaré encantada de tenerte por aquí y que comentes tus impresiones cuando quieras.
Un abrazo
Después de haber navegado con Jesús, la última vez contigo, descubrí la asombrosa variedad y amplitud de cualidades artísticas que puedes desarrollar. Primero en «Huffington post» y ahora en el blog, sigo asombrándome y disfrutando con tus bellos relatos aderezados con increíbles poesías y canciones o música. Muchas gracias.
Hola Paco,muchas gracias por tu afición. Cuando las cosas se hacen con cariño, salen solas. Espero que nuestras estelas se crucen alguna vez por oriente.
Un abrazo
Hola Ana:
«Creta crece y Salamina exulta bruñida por laureles.
Coronada de rayos yergue Delos su frente brillante a la luz de la aurora… »
Son estrofas de Hölderlin en su nostalgia de la Hélade.
Hermoso tu escrito sobre Ritsos y la poesía. Muchas veces creo percibir en Grecia la poesía en su luz, en el aire, en las piedras, en el tiempo. Únicamente hay que dejarse llevar.
Ahora que ha llegado la primavera (?) ya te queda poco para volver (y a mí también, aunque es por muy poco espacio de tiempo) y espero que todo florezca con fuerza para hacernos la vida mejor.
Un abrazo
Hölderlin, Byron, los poetas románticos no son mis preferidos, siempre me parecieron muy exagerados y grandiosos. Pero eso solo es mi opinión, nada isntruida, sobre la poesía. Para mi, el poeta mas gráfico sobre Grecia, es Elytis, él juega casi con los sonidos de sus silabas para que oigas el meltemi del verano. Fijate la diferencia:
¿Florece Jonia?, ¿llegó su hora? Pues siempre en Abril,
cuando los vivos reciben un nuevo corazón y
despierta en el hombre el primer amor y el ansia por la edad de oro,
Vuelvo yo a ti, y en tu silencio te canto, ¡oh anciano!
¡Siempre, poderoso! perenne te extiendes a la sombra de
tus montes, cómo antaño. Con brazos, aun de mozo, ciñes
tu tierra y tus hijas queridas, ¡oh Padre!: tus islas
Hölderlin
Entonces habló y nació el mar
Y lo vi y me asombré
Y en medio esparció pequeños mundos a mi imagen y semejanza:
Caballos de piedra con la crin enhiesta
y tranquilas ánforas
y espaldas inclinadas de delfines
Íos Síkinos Sérifos Milos
«Cada palabra de una golondrina
para que te traiga la primavera en mitad del verano» dijo
Y muchos olivos
para que criben en sus manos la luz
y se extienda ligera en tu sueño
y muchas chicharras
para que no las sientas
como no sientes el pulso en tu mano
pero poca agua
para que la tengas por Dios y conozcas qué significa su palabra
y el árbol solitario
sin rebaño
para que lo hagas tu amigo
y conozcas su nombre exacto
delgada a tus pies la tierra
para que no tengas donde echar raíces
y tires del fondo cada vez más
y ancho arriba el cielo
para que leas tú solo la inmensidad
O. Elytis
Bonjour Ana,
C’est toujours avec plaisir que je lis ton blog, même si parfois quelques mots m’échappent car l’espagnol n’est pas ma langue maternelle. Ritsos est un poète que j’aime et je me souviens encore des moments passés à Monemvasia près de sa maison ou au cimetière… J’ai peut-être un petit point commun avec toi: la Grèce est ma patrie d’amour. Merci pour ton dernier livre qui m’enchante. Je retourne en Grèce avec des amis le 11 mai pour flâner dans les petites Cyclades en voilier… Peut-être qu’un jour nous nous rencontrerons
Gracias Jean Pierre, yo tampoco me expreso bien en frances, pero seguro que nos entendemos perfectamente. Je vous souhaite un bon voyage et de bonnes navigations
Un abrazo
Merci Ana,
Nous profiterons probablement de ces sorties pour aller aussi à Astipalea dont tu nous parles si bien dans ton livre… D’autres amis nous ont même parlé d’une certaine Maria qui officiait à la taverne… Il s’agit sans doute de la même personne qui était si accueillante con las berenjenas , los huevos y las tomates.
Au plaisir
Gracias por la ilustradora respuesta. En realidad yo tampoco siento una especial debilidad por los románticos; quizá en Hölderlin haga una especie de excepción por razones que no vienen al caso, aparte que la poesía de los románticos estaba muy sujeta a una época muy específica, con sus claros y sus sombras, que las había.
Que siga ahí el verso de Elytis, que siga Cavafis, que sigan tantos otros. Como decía este día la poesía en el Egeo surge de las piedras, del aire, de la luz…
Bicos
Las piedras de Grecia ya son poetas. Gracias a ti, siempre.