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De los trabajos y los mitos

Dejamos, en la entrada anterior, a Psique enloquecida; sus hermanas la habían engañado y había perdido su dicha. Furiosa, culpable, burlada, traicionada, abandonada; utilizó todas sus artimañas para inducirlas a la muerte, una primero y otra después, desde la misma roca en la que fue ella rescatada por Zéfiro. Pero aquello no la alivió y corrió de un lado a otro, buscando desesperados rastros de su esposo. Supo, por un mensajero, que Afrodita había ofrecido recompensa para quien le informara de su paradero, por lo que sintiéndose acorralada decidió entregarse a la diosa.

Psique fue recibida por una de las criadas, Costumbre, quien insultándola, la llevó a la presencia de Afrodita. Esta la dejo al cargo de otras dos crueles sirvientas, Soledad y Tristeza, para que la torturaran y maltrataran a su antojo, aun sabiendo de su embarazo. Pero la implacable diosa, tenía una venganza preparada para ella que entretendría mucho más que un simple martirio a su orgullo y vanidad heridos: la ilusa esperanza de alcanzar la redención cumpliendo con una serie de trabajos imposibles.

– Si lo cumples… podrás volver con Eros.

A Psique se le encendieron los ojos y casi alcanzó a sonreír. Pero Afrodita, volviéndose con furia le arrojó a la cara un saco de semillas mezcladas.

– Antes del amanecer deberás clasificarlas y distribuirlas por tipos.

Psique, desesperada, ni siquiera se acercó al montón de granos; se deshizo en lágrimas que salían a borbotones de sus ojos, antes luminosos. Y las lágrimas formaron un charquito. Y una hormiga que por allí pasaba casi se ahoga. Y la hormiga miró hacia arriba. Y en vez de enfurecerse se compadeció y llamó al resto del hormiguero:

– Apiadémonos de esta hermosa muchacha, esposa de Eros, y salvémosla del peligro que corre.

Una tras otra se pusieron a la labor, y cuando el trabajo estuvo hecho, desaparecieron sin dejar rastro. Al la mañana siguiente apareció Afrodita, quien al ver la misión completada dijo:

– Ni tú ni tus manos hicieron este trabajo, sino aquel a quien sedujiste para tu desgracia y la suya.- Y se fue  después de arrojarle un trozo de pan.

A día siguiente, le encargó otro trabajo: debía traerle un vellón de lana dorada de unas ovejas que pastan en un bosque cercano. Hacia la arboleda se encaminó Psique, pero no con la intención de cumplir su misión, si no de arrojarse al río que lo atravesaba. Al llegar a la orilla del río, el viento sonó, flautín, en una caña quebrada y le silbó:

– No manches con tu desventurada muerte la claridad de mis aguas, ni tampoco se te ocurra acercarte a esas terribles ovejas, porque mientras reciben el calor del sol suelen ser poseídas por una fiera excitación y atacan a los hombres dándoles muerte. Cuando se haya atenuado la luz del mediodía y las ovejas estén relajadas, podrás recoger la lana dorada que se engancha en el follaje. – Y así actuó Psique, recolectando, casi sin luz, el dorado hilo.

Ni siquiera el peligro de esta segunda acción mereció el reconocimiento de la diosa, impertérrita, quien apenas vio llegar a Psique con el fardo, la mandó a su tercera tarea:

– Tráeme, estúpida, esta vasija de cristal llena con agua del manantial que alimenta las lagunas Estigias.

Para ello debía Psique subir una enorme montaña. Triste, tristísima, su consuelo era la posibilidad de la muerte en su cima y acabar así con su tormento. Pero la angustia de aquella alma inocente no pasó desapercibida; acudió a su lado el águila de Zeus, le quitó la jarra y la llenó con el agua solicitada. Completó Psique su tercera tarea aun sin quererlo.

Atroz e insaciable, la diosa urdió un cuarto trabajo imposible. Debes bajar al Hades y buscar a Perséfone para que deposite en esta caja el secreto de su hermosura, la que yo perdí cuando me arrebataste a mi hijo. Cuando completes este recado y me traigas el cofre lleno, te dejaré ir.

La pobre Psique se desgañitó y pidió clemencia a los pies de la diosa que impasible se dio la vuelta, brutal; mucho tiempo después, otra vez más insensible, haría lo mismo con la dulce Sapho.

Αθάνατη Αφροδίτη

Αθάνατη Αφροδίτη του Διός κόρη,
όλο παγίδες στήνεις της αγάπης.
Δέσποινα παρακαλώ,
μη να χαρείς, μη ρίχνεις άλλο βάρος
από καημούς και πίκρες στην ψυχή μου.
Δέσποινα παρακαλώ, 
μη να χαρείς.

Τι να ‘ναι πάλι τι
εκείνο που ποθεί η τρελή καρδιά μου.
Ποια να ‘ναι πάλι αυτή
που την Πειθώ ικετεύεις να σου φέρει πίσω.
Ποια να πονέσεις σ’ έκανε Σαπφώ?
Ποια να ‘ναι πάλι αυτή
που την Πειθώ ικετεύεις να σου φέρει πίσω.

Έλα λοιπόν ακόμα μια φορά
να με λυτρώσεις απ’ τα βάσανά μου.

Inmortal Afrodita

Inmortal Afrodita hija de un Dios
que siempre tiendes las trampas del amor.
Señora, os ruego que por favor
no os regocijéis y añadáis más carga
de dolor y amargura a mi alma.
Señora por favor, no lo hagáis..

Qué es de nuevo, qué
lo que mi loco corazón anhela.
Por quien de nuevo
a Pitho imploras que te devuelva
¿Quien te infringió el daño, Sapho?
Por quien de nuevo
a Pitho imploras que te devuelva

Ven otra vez más
a redimirme de mis sufrimientos.

Psique sintió más cerca su destino final y se alegró; este trabajo la
llevaba a una muerte segura. Se subió a una torre altísima desde la
cual pensaba arrojarse, pero la propia torre le habló haciendo que
desistiera de su idea y explicándole, paso a paso, cómo podría llegar
directamente al encuentro con la diosa de los infiernos.

Consiguió Psique, por cuarta vez, completar su misión; volvió del Hades con el cofre lleno y cerrado. Al salir y ver la luz, se sintió tentada por la curiosidad de abrir la caja, la destapó y de ella salió una adormidera; cayó sumida en un sueño estigio, del que pocos han sido capaces de despertar.

Eros, conoció el desalmado comportamiento de su madre y el éxito de la pobre muchacha en todas sus misiones, por amor. Salió volando a su encuentro, recogió la adormidera, la volvió a colocar en la caja y despertó suavemente a su esposa.
Solo le quedaba una solución a Eros, dirigirse a hablar con los dioses del Olimpo para exponerles su caso. La decisión salomónica, tomada en divina asamblea, fue dar de beber ambrosía a la muchacha y convertirla en diosa e inmortal.

 Eros y Pisque. Annie Swynnerton (1844-1933)

 La historia de culpa redención y expiaciones imposibles, es una constante de todas las mitologías y religiones. Y bueno…quizás me ha dado… puede ser… me recuerda…uhm…

O quizás…

 También…

Y…

Más…

Pero que raro, aquí no aparecen ni hormigas, ni torres, ni águilas, ni Eros a salvar a nadie. ¿No nos estaremos saliendo  de la historia?

12 comentarios en «De los trabajos y los mitos»

  1. Eres un genio, me encanta y la foto final para ponerla de salvapantallas. ¡Felicidades!
    La verdad es que mientras iba leyendo me acorde de San Isidro, al que los ángeles le hicieron todo el trabajo, pero comparado con Psique se queda en pañales, mas parece cualquier ministro de nuestro actual gobierno, que hacen todo lo que manda la Merquel mientras se pasan por el arco del triunfo nuestros derechos. Escrache nacional deberíamos hacer.
    un besito
    Viriato

  2. Muy bien contado. La realidad supera al mito, yo mihmamente fui entrenador de aguiluchos, reales, no de la OJE, un águila sólo es un poco mayor, y de Costumbre, Soledad y Tristeza que le pregunten a cualquiera del formigueru. Puede que sí, que nos quieran sacar de la historia porque nunca supieron de qué iba eso, siempre se desprecia lo que no se comprende, y el pensamiento, Psique, es una amenaza para los ignorantes y los putones como Afrodita.

    Salud!

    1. Claro que lo supera, esta es mucho más cruel que la bella Afrodita y ni la milesima parte de hermosa.
      No sé para que reivindicamos las mujeres puestos politicos de responsabilidad, cuando llegamos a lo alto mira lo que sucede: Margaret Tatcher o Angela Merdel, que vergüenza.

      Un abrazo

  3. Me encanta lo bien que lo hilas todo Ana, solo una objeción… Lo único que no acabo de ver es el parecido de la Merkel con Afrodita… le falta sexapeal no? Vamos que se queda en bruja sin más. La Afrodita por lo menos era guapa, "taba güena" que se dice y ya que te jodia, pues te jodia una profesional de campeonato, una Diosa en todos los sentidos…. Pero es que la Mekel, su puta madre, encima de dar por saco es fea de cojones…
    Eso si, quiero desde aquí comunicaros a todos que dejemos de ser pesimiesta porque el nuevo plan del gobierno es contratar a SuperLopez y se van a cagar estos germanos… Ya te digo…

  4. He ahí el quid de la foto, afrodita le dice a Merdel, utilizando la manida peineta, que se deje de imitaciones; al menos ¡Que se cambie el modelo de traje de shaqueta! ¿No eres capaz de salir a cuerpo como yo? ¡Sosa!
    En fin, riámonos, que es el desahogo que nos queda.

    Besos a los dos y lánzale el palo a Yiassas de mi parte.

  5. ¡Excelente! Adoro como narras mitos tan conocidos, añadiéndoles parte de tu esencia sin profanar la sagrada energía de los dioses a los que te refieres. ¡Muchísimas gracias, Ana! Por darnos a tus lectores un poquito de lo que a ti te apasiona.
    Quizá esté fuera de lugar, pero soy una estudiante de teatro mitológico y quisiera contactarte por razones personales y hacerte una entrevista, aunque fuese vía mail. ¡Gracias!

  6. Laura, me has dejado sin palabras con tus comentarios halagadores; aunque seguro que sabes tu más que yo de mitología. De todos modos me entretengo y si eso sirve para que se entretenga alguien más, como tu y los amigos de más arriba, vale la pena el esfuerzo.
    Porsupuesto que podemos conocernos y estoy a tu servicio para lo que quieras. Te dejo un correo y contactamos.
    infolamaga@gmail.com
    Στην για σας

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