Buscando un buen abrigo del meltemi fuimos a parar a Skinousa, una de las pequeñas Cícladas, cercana a Naxos. Fondeamos en el sur frente a un puñado de pequeñas playas, protegidas por un promontorio en el que se veía una actividad frenética de camiones y excavadoras a pesar de ser domingo. Estaban construyendo varias villas a la vez, distanciadas las unas de las otras y todo el recinto protegido por un muro de piedra; debía de ser una urbanización de lujo. Decidimos dar un paseo hasta el pueblo, distante apenas 2 kilómetros y para ello desembarcamos en una de las playas. En la arena había dos chicas tomando el sol en unas tumbonas, nos miraron con desprecio e indiferencia. Al subir para encontrar el camino un enorme letrero advertía de que era propiedad privada y alertaba de la existencia de perros peligrosos. Miramos por todas partes buscando una senda alternativa pero no existía, así que tuvimos que desembocar en el jardín de una de las enormes mansiones, encerrada como todas por una muralla bien alta ¿Alguien está recreando un castro medieval?
A la primera señora que nos encontramos le pedimos respetuosamente permiso para atravesar por la casa y acceder a la carretera. No puso mucho inconveniente pero se la veía algo violenta; realmente todo aquello era un poco raro ¿Cómo podían cerrar el acceso a una playa? ¿No existe servidumbre de paso en Grecia? Los camiones y las palas excavadoras no paraban de ir y venir con materiales de construcción; quienquiera que fuera el promotor tenía bastante prisa en acabar las obras.
El paseo fue corto porque nos imaginábamos el desastre de que alguien cerrara la puerta y nos tocara saltarla con dos feroces molosos esperándonos al otro lado; o lo más probable, quedarnos a dormir en la carretera, así que volvimos a entrar en el recinto fastuoso. Esta vez se acercó un joven a preguntar a dónde nos dirigíamos. La historia comenzaba a ponerse interesante y decidimos tirarle un poco de la lengua, le tentamos con la pregunta acerca de una posible bajada alternativa. ¿No? ¿Y cómo es eso?
– Αυτό είναι Ελλάδα.- Acabáramos. Le debió de dar un poco de vergüenza, pues puntualizó rápidamente que él no era el dueño.- Yo no tengo tanto dinero como para esto.- Dijo sonriendo y añadió bien bajito, para que nadie le oyera- Todo esto pertenece a un armador griego- Evidentemente no quiso pronunciar su nombre; tampoco nosotros le presionamos porque supusimos que trabajaba para él.
Al bajar, las chicas seguían desparramadas al sol, sorbiendo refrescos con una pajita y esta vez no nos tomamos la mínima molestia en saludarlas.
Rebuscando en internet sobre la ley de costas en Grecia dio la casualidad de que encontrasemos un artículo, publicado ese mismo día en un periódico local, que hablaba de los desmanes de un armador griego, propietario de un terreno descomunal, en Skinousa. El problema no era el acceso a las pequeñas playas en las que estábamos nosotros, si no que lo grave es que había ocupado el camino que llevaba al arenal de Livadi, al otro lado del promontorio que es, por así decirlo, la playa oficial de la isla. Cuando se produjo la venta de los terrenos, la escritura reflejaba claramente la existencia de una servidumbre de paso, pero el nuevo propietario se había pasado la cláusula por donde se suelen pasar estas cosas los poderosos sin escrúpulos.
Los vecinos se habían enfurecido con el cierre de una senda por donde ellos y sus antepasados llevaban toda la vida pasando. Y no solo estaba la cuestión sentimental, si no que la riqueza turística de la isla dependía de esas playas ¿Cómo iban a alquilar habitaciones si los clientes no se podían bañar? Habían intentado caminos secundarios para acceder; a la mañana siguiente estaban ya cerrados por cultivos sembrados milagrosamente por la noche.
La protesta había llegado al pleno del gobierno en Naxos; la isla pertenece a la administración territorial de Naxos y pequeñas Cícladas; y se les preguntaba a los representantes municipales sobre qué acciones se habían emprendido frente a tales irregularidades y quien había otorgado la licencia de obras. Las respuestas fueron algo vagas y como sacó a relucir en las intervenciones algún miembro de la oposición, el secretario del ayuntamiento trabajaba para el propio magnate dueño de los terrenos.
La historia de los adinerados navieros de este país, sus corruptelas, sus desmanes y sus conexiones políticas se repite una y otra vez como la estrofa de una vieja canción llamada “Esto es Grecia”. Seguiremos atentos a las noticias de esta pequeña isla a ver si esta vez el concierto acaba de otra manera y podemos aplaudir.
Hola Anuska, por desgracia esos desmanes no sólo ocurren en Grecia, parece un mal endémico, sino del Mediterráneo, muy extendido también en nuestras costas. Me viene a la cabeza el Algarrobico, y miles de construcciones sin terminar en casi todos los pueblos y ciudades de España. A quien no le alucina que todavía no hayan tirado ese edificio en estructura junto al acueducto de Segovia? Y estoy nombrando construcciones paradas. Cuántos edificios te darías el gusto de dinamitar cuando vas costeando con el barco por nuestras costas? En España, imagino que igual que en Grecia, la ley de costas se la pasan por el arco del triunfo. La pasta es la pasta, Y no me refiera los macarrones.
Un besito
VIRIATO
Lo del Algarrobico es tremendo, pero por lo menos está paralizado y supongo que lo tirarán. Pero aquí estamos hablando de una servidumbre de paso, del camino a una playa, que es sagrado hasta por motivos de seguridad; no se puede restringir el acceso a la costa. El problema está que los mafiosos, como siempre, tiran para adelante y hasta que se resuelve el caso en los tribunales pasan siglos y mientras van disfrutando. Bueno España ha sido así, solo hay que recordar a tu querida Galicia y sus caciques.
Un besito desde Milos, abrigados del sur que se avecina.
Estais en vuestra querida Milos.
¿Ya de vuelta?
Tomaros un vinito a mi salud
Voy pidiendo un kilo.
Esos temas consiguen alterarme hasta el metabolismo.Qué desespero de impotencia ante esta nueva invasión de pijoteros de las bursátil's clubs ,comprando mediterráneo como si de un souvenir se tratara.Fíjate,Ana,que paradoja: mientras los predios,con sus terrenos limítrofes a toda la costa menorquina,fueron propiedad feudal,jamás ningún propietario cerró el acceso a pie,a caballo,en carro o en burro,a las playas,calas,torrentes y barrancos de la isla;incluso se podía acampar en cualquier pinar de la costa sur y de La Vall,al Norte.En menos de quince años esto se acabo.La Menorca rural está medio vendida a los "ninis" de papás enriquecidos milagrosamente,y no por visitar a la Virgencita de Lourdes precisamente,que no han dudado en cerrar caminos vecinales,amurallar sus fincas,ya solo les falta poner concertinas,y obstaculizar a toda costa el paso por los senderos de uso común.Costas ha hecho mutis por el foro,como de costumbre,y "nuestros políticos" están tan liados,enredados y enrollados con las esteladas,que no tienen tiempo pá nada más.En fin,querida Ana,no nos queda más remedio que largas caminatas por el camí de cavalls,menos mal del invento que nos dejaron los ingleses,o recurrir a "los taxis náuticos",lo más de lo más en moda veraniega.Besedetes y disculpas por la epístola pero,entre hacerla aquí o subirme a lo alto de la pirámide del Borne,creo que la elección merecerá la más absoluta comprensión de tu parte.Abrazos de los tuyos,marinera.
Pues ahora si que me dejas preocupada, hace tanto tiempo que no voy a las calas de Menorca que no lo sabía. Siempre puse a tu isla como un ejemplo de preservación de la costa, es verdad que te obligaban a dar grande caminatas para acceder pero valía la pena con creces a aquellos paraísos. Recuerdo una vez que estuve en La Vall contigo y nos dejaron pasar con coche solo porque tu eras de Menorca; a mi me pareció de lo más justo.
La impotencia que te produce que las instituciones, que siempre pensamos servían para protegernos, hagan oídos sordos a tales atropellos me deja sin ganas de nada.
No te tires del Borne, please. Si quieres tirarte espera a Lefkada y lo hacemos juntas desde el salto de Safo, es mucho más espectacular.
Un superabrazo.
No,si preservada está;apenas han construido en los últimos veinte años y a los propietarios que venden sus fincas los obligan a venderlas con todo el terreno y a los compradores,conservarlos sin desmembrar ni una hectárea para un adosadito.Hasta aquí todo bien;el problema es cuando al comprador le da por coleccionar candados que cuelga,cual adorno navideño,en todas las barreras que cierran los caminos vecinales.Pero bien,por aquí somos expertos en saltar paredes secas y no hay barrera que no sepamos seducir;no ocurre lo mismo con los guardias privados que se permiten algunos.No obstante,si puedes y no te da pereza pegarte una buena caminata,consigues llegar a donde te de la gana.La Vall,de momento sigue igual,pero ya no puedes entrar en coche tan cerca de la playa como cuando fuimos en nuestros años mozos.Han habilitado un buen parking a un kilómetro,más o menos,de la primera cala.Se lleva bien.Bueno,y ahora que ya te he puesto al día de leyes y normativas territoriales,te recojo el guante.Esperaré a Lefkada,pero antes ,tendrás que ayudarme a dejar media docena de poemas escritos.Yo no salto calladita.Jejeje!!!.Ya me entiendes.B7s.
A propósito del tema que comentas, recuerdo hace años, en Corfú, subir de una playa por un camino buscando la carretera y desembocar en la piscina de unos apartamentos. Uno no deja de cabrearse pero aquella vez, los 42 grados de temperatura, lo único que pretendíamos era atajar por el camino y llegar a la carretera y a los moradores de esos enclaves privados que les den…
Ahora bien, lo de España no tiene precio y la destrucción de la costa y de pueblos cercanos a la misma es irreparable. También recuerdo Italia y sus playas prácticamente privadas.
Por eso, después de la nueva victoria de Syriza, habida cuenta que los pasados meses evidenciaron la derrota de un pueblo solo contra la Europa de los mercados y aparte de los errores de estrategia de Syriza y la firma de un acuerdo humillante, en este momento de las pocas cosas que se pueden hacer es presionar desde abajo para que esos armadores de marras, ricos de Grecia y otras partes, dejen de hacer lo que les viene en gana y podamos salvar lo máximo posible de una costa griega, de unas islas que son un paraíso. Si el pueblo no da la batalla en esas cosas y si Syriza no lo canaliza, podemos apagar las luces y cerrar.
Veo que el meltemi hace de las suyas. Este verano, aunque era junio, fue de los años que más viento noté, no sé si es lo normal o lo anormal fueron otros años.
En fin… un abrazo y mucha suerte.
M. Barros
No soy optimista. Esos navieros siempre fueron el pecado de este país. Son los que nunca pagaron impuestos, los que se llevaron sus fortunas al extranjero, los que manejaron el cotarro político y clientelista que se ha quedado enquistado y con difícil solución. El voto a Txipras ha sido un voto aburrido y desesperado, nadie espera nada y todo es cuestión de tiempo para que volvamos oír decir lo de Αυτό είναι Ελλάδα con desgana. Por muy bien intencionado que sea el "pedí" hay Cíclopes contra los que no se puede luchar.
Bueno, el meltemi es algo con lo que se tiene contar si te vienes al Egeo, unos años más, otros menos, pero también tiene su gracia.
Otro abrazo y suerte para vosotros.
Hola Ana
Triste relato de los destrozos de la corrupción y el poder del dinero.
Lo peor de todo es esa basura se queda alli por años y años, si no de por vida
Un abrazo
Estás en lo cierto, Mafin, lo peor es la porquería que dejamos para muchos años. Cuando navego por la costa española ya he pasado del llanto a la risa, porque es absolutamente esperpéntico ver pequeñas calas, absolutamente rodeadas de edificios infames, a los que se les da la bandera azul como ejemplo ecológico , de instalaciones y aguas limpias limpias. Otra payasada más de las administraciones que no saben que hacer para parecer que hacen algo.
Un abrazo
¡Que curioso, Ana! el mismo pueblo que expresa de esa manera tan gráfica su sumisión a lo imposible de vencer (esto es Grecia) es el único que se ha rebelado contra el capitalismo encabezado por Alemania y secundado por toda Europa. Pero la verdad es que los que tienen dinero, mucho dinero, hacen lo que les da la gana en cualquier parte; donde el control legal no es excesivo a lo bestia como tu cuentas de esa isla y donde ese control es mas estricto pues usando los resquicios de la ley sibilinamente como también cuenta otra de tus comentaristas. Así que no se si unirme a la frase griega o cambiarla por "Esto es capitalismo" . De todo esto lo que mas me mantiene alta la moral es la explicación de esa frase que comentas en tu entrada: "haz lo que quieras, nadie te lo va a prohibir, mientras no molestes al vecino, que es en sí su versión envidiable y la esencia del libre albedrío responsable". Casi que lo veo como un agujerito de esperanza.
Un saludo.
Ángel
Hola Angel, ese sentido de la frase es el que más me gusta, de hecho es el país con menos prohibiciones que existen: se puede ir 3 en la moto, fuman donde les da la gana, van a la taberna a la hora que les peta, los perros pasean sueltos por la playa y te puedes poner a hacer un asado de cordero a la puerta de tu casa sin que vengan los bomberos, la GC, los municipales y los nacionales. Un ejemplo: cuando salen a navegar llaman por el 16 a la costera para que les de el parte meteo en vez de esperarse a las horas de emisión; y se lo dan, pacientemente, las veces que haga falta
Cuando llego a España me asfixio. Yo declararía a Grecia parque universal del bienestar espiritual.
Un abrazo