Dicen que lo que nos hace infelices es la necesidad de ser felices. Y hay personas que por ello se apenan cuando se les desea felicidad. Hoy pensaba si, o si no, felicitar estas fiestas. Porque, seguía yo meditando mientras caminaba, si lo hacía, debía hacerlo no por obligación o costumbre, sino porque valiese la pena y a alguien le aportara algún beneficio. Y no encontraba yo rumbo en mis pasos, ni en mis pensamientos.
Según me calentaba en mi paseo, me empecé a encontrar más orientada. Me topé con un perrillo que vino contento a saludarme. Los animales tienen tal desparpajo, al comunicarte sinceramente sus sentimientos y reclamar tu atención, que te contagian su júbilo. Me paré y lo acaricié un rato.
Me crucé con un señor que me dedicó una amplia sonrisa, mientras señalaba al cielo. ¡Qué buen día!, me dijo. Y sí que era bueno, de verdad, solo que no me había dado cuenta de ello, enfrascada en mis pensamientos como iba.
En la cola de la frutería, una señora me contó su vida en un instante. Se reía de su sombra y sus desdichas. Me sentí acompañada por esa mujer anónima que se tomaba a chunga la vida. La verdad es que no hay otra forma de tomársela, es lo más parecido a una broma, a veces pesada, a veces graciosa. Me reí con ella un rato.
En el portal me encontré con una vecina que me preguntó y se disculpó por las molestias que podía acarrear la obra que estaba haciendo en su casa. Me sorprendió, por no estar acostumbrada, su consideración y su delicadeza. Casi me emocionó ese interés por mi bienestar. Estos desvelos te desarman, no por correctos, sino por raros.
Recibí en mi correo un mensaje de un nuevo comentario en el blog. Era una entrada bastante antigua, alguien la había leído, le había gustado y me lo agradecía: mis palabras le habían hecho feliz. A mí más su respuesta. Después de 12 años escribiendo esta bitácora, por el simple placer de hacerlo y de crecer con ella, que un lector me trajera a la memoria esas vivencias pretéritas y que estas le hubieran hecho pasar un buen momento, era una gratificación sin precio.
Mi espíritu se fue aireando con el viento, perdía tensión superficial y se convertía en espuma. Yo solo había salido a pasear, pero en el transcurso de la mañana, que ahora empezaba a parecerme gloriosa, había logrado olvidar muchas cosas: la crispación de las noticias, los epítetos y clasificaciones que te adjudican por tener tu propia opinión, la competitividad despiadada ante cualquier nimiedad, las fieras al volante, los sabelotodo, los fantasmas, los desalmados, los aprovechados y los impertinentes. Y había recordado que la felicidad no es un estado, sino momentos fugaces que pasan al vuelo y sin rozarte, se escapan como un soplo y desaparecen sin apenas notarlos, respirarlos y degustarlos, haciendo difícil, más tarde, recordarlos, añorarlos y escribirlos.
Así que he llegado a la conclusión de que sí voy a desearos felicidad. Pero no para siempre, sino para un rato solamente. En caso contrario, el espíritu se amodorra y apoltrona, y lo que es en verdad la felicidad nos puede pasar desapercibido. En el fondo, es la suerte del navegante: muchos momentos de sinsabores y uno solo de placer; pero ese vale la pena desearlo.

Resumiendo: sed felices en cualquier momento que se os ocurra. Y como dice Serrat: de vez en cuando la vida nos besa en la boca… Hay que estar atentos a esas caricias. Sobre todo viniendo de este señor que es, para muchos, la banda sonora de nuestras vidas.
Muchas gracias por esta bonita reflexión.
Nosotros también te deseamos de corazón un 2023 con pocos sinsabores, muchas alegrías ybuenos vientos.
Un abrazo
Alicia y Hugo
Estupendo, pareja. Os deseo lo mejor para cada día del año. Y qué nos volvamos a ver algún día.
Hola Ana, de un tiempo hacia aquí estoy parco en respuestas a publicaciones tuyas, pero las leo gustosamente, palabra.
Alguien me dijo en una ocasión, también por estas fechas, que deberíamos ser moderadamente felices, yo la verdad es que entonces no lo entendí. Eso fue hace bastantes años, cuando aún no peinaba canas, cuando uno tiene una edad en la que todo te parece poco. Hoy es diferente, lo entiendo y comulgo con esa frase. En la moderación está el equilibrio, incluso en la felicidad.
Que el 2023 no sea peor que este año, me conformó con eso y te lo deseo a ti y los tuyos,
Zorionak ta urte berri on !!
Hola Fernando, qué agradable saber de ti. ¿Ves?, estos detalles adornan el día. Tenía razón esa persona, la felicidad es en el fondo una droga, que cuanto más tenemos más queremos. Y como las drogas, llega un momento que nos deja de hacer efecto.
Buenos mares, buenos vientos y preciosas estrellas para navegar te deseo en este nuevo viaje del Sol.
Hoy te has superado, queridísima Ana, no sé cómo se puede decir tanto en tan pocas líneas, ni cómo se puede escribir un artículo tan hermoso.
Un abrazo y que tengas muchos ratos felices.
Bo Nadal! Καλά Χριστούγεννα!
Bo
Gracias, querida Carmen. Realmente lo pienso: a veces nos sentimos infelices cuando, si recapacitamos, deberíamos estar agradecidos y alegres. Para algo somos las dos fans de «Qué bello es vivir» ¿No?
Aquellos que quieren cantar siempre se saben una canción.
Καλά Χριστούγεννα και χρόνια πολλά
Me encanta tu relato y que hayas decidido desearnos felicidad aunque sea por un tiempo limitado.
Efectivamente la felicidad es fugaz, son instantes, ratos, días. Pero es difícil sentirse feliz si no se ha sentido uno infeliz. La felicidad existe por contraste igual que existe el bien porque existe el mal, como el día y la noche, como el lado soleado del camino contrasta con el umbrio.
Te deseo muchos instantes o ratos o días de estar feliz!
Seguro que los tendrás ya sea en tierra o en el mar.
Hola, Eduardo ¿Sabías que hay un día del año dedicado a la felicidad? Creo que es el 20 de marzo. No encuentro decisión más estúpida. Es como recordar a la gente que hay que acordarse de ser feliz porque se les ha olvidado. Sería mejor recordarles que la felicidad está en las cosas cotidianas.
Un abrazo y un gran brindis por los pequeños momentos.
Hola, Anuska, no se porque al llegar a las líneas finales y encontrarme a Serrat, me he acordado de nuestro amigo asturiano. Será por las peleas dialécticas que teníamos de las canciones que nos ofrecía, del cariño e inteligencia que derrochaba en sus escritos y en sus respuestas, por esa pequeña parcela de felicidad que nos regalaba…
Siempre me ha parecido una horterada eso del espíritu de la Navidad, pero aquí me tienes, nostálgico, acordándome de los amigos que no están. Gracias por tu felicitación a plazos. Mejor así que todo entera, que seguro que no sabría gestionarla en estos tiempos extraños, en los que todavía no sé por dónde coger el viento.
Que paséis una feliz Nochebuena, una Navidad, y si no hablamos, un estupendo cambio de año.
Mogollón de besos
VIRIATO
No sigas, Cesar. Eso es lo terrible de estas fechas: nos deseamos felicidad y acabamos todos llorando de tristeza. Buena proa tenga usted y su briosa nave.
Gracias, Ana. Que la vida te traiga muchos momentos felices y los dioses te paguen por tantos como nos regalas a nosotros con este blog y con tus libros.
Un abrazo muy grande,
Leticia
Los dioses ya me han pagado, con lectores como vosotros. Y ¡Nos vemos al año que viene!, espero.
Un abrazo muy feliz
Hace muchos años, cuando se comía pollo como algo extra, y la familia se reunía y hablaban de sus cosas, las fiestas navideñas eran una bonita excusa para todo ello, también marcado con un sentimiento religioso, la lotería, unos villancicos, en fin, una época en blanco y negro.
Ahora la hipocresía, el marisco, los turrones y los regalos forzosos que se compran y regalan, mas por cumplir que por necesidad…. Las discusiones familiares y las cenas y comidas de «compromiso» son norma. Sin contar el protagonismo de los teléfonos móviles que nos hacen sentirnos mas extraños aun de lo que ya somos.
De cantar un villancico ni hablamos, y de creer mínimamente en la raíz de lo que se celebra es toda una utopia.
Estas fechas solo se mantienen por la inocencia e ilusión de los más pequeños, por la paga extra, (que con los nuevos contratos ya queda anulada al estar prorrateada en el mes a mes) y por esa película que la sociedad nos monta con sus lucecitas y sus campañas navideñas.
Aun así, con todo esto a cuestas, quizás lo único que puede quedar de verdad en todo esto, es el echo de desearnos ese poquito de felicidad que todos buscamos en nuestro día a día. Eso os deseo sinceramente a todos y de una manera muy especial a Ana. Dándole las gracias una vez más por hacernos volar con la imaginación, la música y sus preciosos relatos a esos mundos que tan bien nos dibuja.
Feliz 2023 a todos….!!!
Hola, Francisco. Yo creo que no solo las Navidades han cambiado, sino que somos nosotros los que lo hemos hecho. Es por eso que los niños disfrutan, porque no tienen nada con que comparar. El problema de la opulencia y del no saber valorar lo que disfrutamos no es exclusivo de las Navidades. Vivimos tan bien que ya no nos damos cuenta de lo que es vivir bien. Bueno, son mis rollos. Felices fiestas.
Apreciada Ana:
Gracias por habernos hecho felices otra vez con tu exquisito relato de tus reflexiones. Suscribo cada uno de los comentarios que son reflejo del sentir de muchos al leerte. Te deseo esa felicidad mesurada cada día del año y haznosla llegar puntualmente.
Un abrazo para ti y Jesús.Feliz Navidad
Recibido, Paco, intentaré seguir mandando historias y sentimientos desde este canal, si eso os alegra el día, buen trabajo será. Cambio, corto y Felices Navidades.
A la espera de poder compartir pequeños momentos de felicidad por el Jónico. Mis mejores deseos para ti Ana, para tus seres queridos y para todas y todos los que participais en este blog, que alguno de vuestros sueño se hayan realidad!!
Eso espero yo también. Buena proa para el nuevo año.
Abrazos
Gracias ANA por escribir esta Felicitacion tan bonita…es entrañable .
FELICES FIESTAS!!! y Buenos vientos.
1 Abrazo
Gracias, anónimo. Felices fiestas para tí.
Hola Ana, se nota que vamos cumpliendo años, este relato no te imagino escribiéndolo hace unos años, pero tal vez eso es una de las cosas buenas de hacerse mayor que apreciamos mucho más esas cosas que antes nos pasaban desapercibidas.
Te deseo y os deseo, muchos felices momentos!!
Isa
Sí, Isa, vamos cambiando. Sería una desgracia quedarse apalancado en el pasado. De todas formas, estas fiestas siempre me han parecido melancólicas y hay que reflexionar un poco para no caer en el lado oscuro del espíritu de la navidad.
Un besote
Hola Ana
como siempre,te superas en cada nueva entrada suscribo lo escrito por los otros lectores de este tu hermoso blog,y la felicidad es o son esos momentos fugaces de un dia o unas horas de estar hablando o paseando con algun amigo/a o ver o sentir esa amabilidad o cortesia como la de tu vecina, que nos hace tanto bien y nos reconcilia con la humanidad y asi trasmitir a las nuevas generaciones que el projimo existe.gracias miles
Hola, Antonio. Tienes razón, la amistad es uno de esos regalos de la vida que te hacen ser más feliz. Brindaremos por todos los amigos de este blog que tanto me recompensan.
¡¡¡Buenos vientos para el 2023!!!
Chin-chin
Hola Ana, mi familia y yo te deseamos toda la felicidad posible y te agradecemos que nos hicieras felices el pasado verano mostrándonos los rincones del Jónico a bordo de la Maga 3. Un viaje increíble, modernos Ulises navegando, jamas lo hubiéramos podido hacer sin ti, sin tu experiencia y tu sentimiento por ese mar.
Muchas gracias y espero verte en alguna otra ocasión.
Hola, Carmen. Yo también os recuerdo con mucho cariño. La Maga y yo os deseamos lo mejor para el nuevo año que entra.
Abrazos
Bueno, como veo que los duendes no me han publicado el comentario, intentaré reproducirlo, más o menos.
Decía que acabo de leer tu entrada en esta mañana de Navidad. En cuanto a estas fechas fechas poco que decir y son más los aromas de tristeza que flotan en mi cabeza que los de felicidad o los propios de las comidas . Ahora bien, con relación a lo que escribes eso sí es positivo y merece la pena sumarme a ese deseo de felicidad.
Es un deseo de felicidad para los dos y para la buena compañía que te sigue en el blog y para todos aquellos que se la merezcan. Hay exponentes de cierta condición humana que solo aportan sufrimiento al genero humano.
Un abrazo
Veo, Mario, que te gustan las Navidades tanto como a mí. Hay que hacer un esfuerzo para no ceder ante la melancolía. La verdad es que el tiempo primaveral que está haciendo en Valencia no casa con imágenes de renos y árboles nevados, lo cual es de agradecer. Esas Navidades nórdicas con muñecos de nieve y cristales empañados me irritan.
Sea por lo que sea, cuidaos y sed felices con cualquier nimiedad que pase por vuestras cabezas.
Un abrazo a los dos.
Hola Ana , después de tantos comentarios a los cuales me sumo , solo me resta desearos un año lleno de momentos felices y que aunque nos vemos de tarde en tarde lo sigamos haciendo
Un montón de besos para los dos
Eso espero, Mercedes: qué nos sigamos viendo y compartiendo buenos momentos.
Un besote
Un plaer llegir-te, gràcies. Tristeza nao tem fin, felicidades sim. Pels bons moments.
Un placer el verte por aquí, como siempre. ¡Buenas olas se crucen por tu proa en 2023!