No me gusta repetirme, por eso últimamente no escribo; pero a veces es obligación el hacerlo. El sol sale siempre por el Este y se oculta por el Oeste. La luna cada 28 días vuelve a tomar su aspecto saludable o demacrado, como un metrónomo. Son los fenómenos físicos predecibles y observables que la ciencia no se cansa de desmenuzar para borrar cualquier resquicio de dudas, dioses o paparruchas. Pero cuando un hecho se repite de forma fortuita, sin más explicación, decimos que ha ocurrido una casualidad, una situación mágica e intangible que nos exime de cualquier responsabilidad. Aunque los turbios psicoanalistas sean capaces de hurgar en nuestras entrañas para demostrar que las casualidades las buscamos, o que el entrelazamiento cuántico es un fenómeno en el cual pares o grupos de partículas que estuvieron en contacto parecen seguir conectadas sobre vastas distancias y que los encuentros accidentales no lo son tanto. Los problemas existenciales no tienen soluciones razonables, por eso, en muchas ocasiones, olvidarse del razonamiento científico es necesario para darle un poco de suspense a la vida. Como me dijo una vez un conocido: cuando mi existencia se vuelve gris y monótona, procuro organizarme unas vacaciones en Grecia; tarde o temprano sucederá algo sorprendente que me despertará del letargo. Quizás alguien, algún día, descubra que aquí hay una anomalía gravitatoria especial; hasta entonces, habrá que seguir inventando cuentos, los más bonitos posibles.
Hace ya bastantes años, estaba cenando en la isla de Kálamos, en el Jónico, con un grupo de amigos. Cuando fueron a pagar se dieron cuenta de que habían perdido el monedero con todo el dinero. Repasando acontecimientos caímos en la cuenta de que se lo habían dejado en la isla cercana, Kastós, el día anterior. Yo conseguí el teléfono de la taberna donde habían cenado y cuando llamé, inmediatamente me dijeron: “os habéis dejado una cartera con bastante dinero”. Eran tiempos de crisis profunda para el país, con lo cual era todavía más sorprendente para mis amigos que el camarero que lo encontró lo hubiera entregado en la barra. Esta historia dio origen a una entrada que se llama “La Cartera”. Años después, una chica se acercó corriendo detrás de mí porque se me había caído un billete del bolsillo del pantalón, bailando por la noche en la misma taberna. Casualidad.
Hace algunas semanas, había quedado con una pareja para tomar una cerveza en el molino de Kastós. En un principio creí que me habían dado plantón, pero cuando ya oscurecía los vi subir por la cuesta con bastante agitación; no encontraban la tarjeta de crédito. La camisa no les llegaba al cuello y buscaban una zona Wifi para estudiar sus extractos bancarios y anular la tarjeta; con el inconveniente posterior de seguir sus vacaciones sin poder utilizar los cajeros. Hacía algunos días que habíamos pasado por Kálamos, así que, antes de que realizaran alguna acción irreversible, decidí llamar a mi amigo Giorgos, al fin y al cabo, la isla es pequeña y todo el mundo se conoce.
“Yo no he encontrado ninguna tarjeta, pero el panadero sí“, me contestó inmediatamente. Estaba claro que el heraldo-cotilla del pueblo había cumplido con su deber y ahora mismo todos sabían en Kálamos que fulanito de tal había perdido una tarjeta de crédito. Avisamos de que al día siguiente iríamos a por ella.
La cara de incredulidad de mis amigos se transformó en sonrisas y más tarde en risas abiertas, teniendo en cuenta de que eran de Montevideo, la situación les sonaba inaudita.
-En Uruguay hubieran sableado toda la plata. Y ¡ta! estee… ¡Cómo son estos griegos!
Ellos alucinaban y yo también, porque veía la misma situación que hace años pero al revés ¿Que no serían Kastós y Kálamos los dos lados de un espejo donde rebotan los fenómenos azarosos? ¿Había una fuerza telúrica en este par de islitas de un mar mitológico que predestinaran a las maravillas? ¿Será la limpia superficie de sus aguas que reflejan la realidad y nos la multiplican? ¿Será el vino que me he tomado?
Al día siguiente fuimos a Kálamos y allí estaba el panadero, tímido y contento, con la tarjeta escondida en la caja registradora, aguardando nuestra llegada. Mientras tanto, los vejetes del pueblo, tomaban ouzos con mezés, comentando nuestro despiste, el gran corazón del panadero y lo buen πεδί que era, mezclado con algunas frases en español de antiguos marinos trotamundos.
Pero ya veis, la honradez, que debiera ser un fenómeno natural para poder vivir felices, es casi un milagro extraordinario. Me aprovecho de esta ocasión para taparles la boca a todos aquellos sabiondos turistas, de elevada mirada, pero que se consideran viajeros y emiten sentencias sobre el país, sobre su cocina o sus costumbres con solo el parpadeo de sus ojos. Aquellos que tildan a los griegos como vagos, tramposos y poco honorables; como si fuera el único país al que le pesa la deuda externa de sus políticos. Así que si pasáis por Kálamos alguna vez, no dudéis de ir a la panadería del puerto a tomar algo y a darle recuerdos a Giorgos de los Uruguayos que perdieron casi la cabeza, pero que realmente lo que se dejaron fue el corazón. Ahora están malditos y deben volver a Kastós y Kalamos perpetuamente.
Στα μάτια παίζει τ’ άστρο της αυγής
ο ήλιος πλένει τ’ όνειρο της γης
πλατύ ποτάμι η αγάπη και βαθύ
κουράστηκε και πάει να κοιμηθεί
Για ποιο ταξίδι κίνησες να πας
να με θυμάσαι και να μ’ αγαπάς
σου κλέβει η ανατολή μικρό φιλί
Στα χείλη καίει πικρό μικρό φιλί
ποιο μακρινό ταξίδι σε καλεί
θα φύγεις ξένε, άσπρα τα πανιά
παραμονεύει η λησμονιά
Για ποιο ταξίδι κίνησες να πας
να με θυμάσαι και να μ’ αγαπάς
σου κλέβει η ανατολή μικρό φιλί
En los ojos juega el lucero del alba
el Sol limpia el sueño de la Tierra
El amor, ancho profundo
se cansó y se va a dormir
A qué viaje te encaminas
para que me recuerdes y me quieras
te roba oriente un pequeño beso.
En los labios quema un pequeño amargo beso
que viaje lejano te requiere
te irás, extranjero, con velas blancas.
El olvido acecha.
A qué viaje te encaminas
para que me recuerdes y me quieras
te roba oriente un pequeño beso.
Hace mucho tiempo que me enamoró Grecia. Esos tópicos a los que os referís los utilizaron para definir nos a todos los pueblos del Mediterráneo. Pero nada importa. ¿ habéis visto un desastre más esplendoroso?
Si señor, un desastre esplendoroso, eso es Grecia. Katzantzakis era capaz de hacer las mejores fotografías de su tierra a base de pequeñas frases y con Zorba construyó un mural entero.
Mar, dulzura del otoño, islas bañadas en luz, diáfano velo de garúa que cubre la inmortal desnudez de Grecia. Dichoso del hombre, iba yo pensando, al que antes de morirse le haya sido dado navegar por las egeas aguas.
Un saludo Jose Javier
Hola, Ana. Gracias por la historia. Creo que a todos los que hace años que visitamos Grecia nos ha pasado algo así, alguna vez. En mi caso, en una ocasión, me olvidé en una taberna la bolsa con todo el equipo fotográfico. Volví a las dos horas y Adonis me la había guardado. Otra vez, ante la imposibilidad de pagar por falta de efectivo, me contestaron: ya me pagarás el año que viene, ante mi cara de incredulidad. Siempre que me preguntan por qué voy tanto a Grecia contesto lo mismo: no es por lo que hay ni por lo que ves, es por lo que te hacen sentir. Un abrazo.
Claro, es en serio, en Grecia siempre suceden cosas inesperadas que llenan el viaje, lo único que debes hacer es dejarla hacer, sin prejuicios, cosa que los turistas tardan en comprender. Como decía Kavafis solo encontraras al Cíclope y los Lestrigones si los llevas en el corazón.
Un saludo, Kiko
Hace muchos años que Grecia me robó el corazón.
He ido muchas veces, sola y con muy distintas compañías. He repetido itinerarios y he ido añadiendo nuevos lugares a los ya conocidos. Y nunca me canso.
Siempre deseo volver.
Claro Elisa, cada vez que vuelves a los sitios los encontraras diferentes y te pasaran cosas diferentes. Como decía más arriba, al turista no le puede suceder, porque va corriendo por todas las etapas, simplemente tachando lo que ya ha visto. Y al año que viene, Bali, por ejemplo.
Bienvenida al club de helenófilos anónimos
No dejes de escribir, por favor Ana. Los dioses, los griegos y los mortales de otras tierras te lo agradeceremos. Cada relato es una fuente inspirada de sabiduría.
Buena navegación este verano.
Un abrazo
Paco López-Valencia
Pues gracias Paco por tus ánimos, por gente como tu sigo en esto. A veces me sorprendo de que os guste tanto estos garabatos míos.
Un abrazo
https://youtu.be/og_ZZLdPyAs Grecia es una maravilla, un sueño, una aventura, navegar por sus islas es algo precioso y una experiencia única. A mi particularmente no me ha pasado nada raro, no he perdido nada en los años que la he visitado, pero debo decir que me han «robado el corazón» para siempre. Como homenaje a ellos, les escribí esta canción que se titula «Agora»
El pensamiento y la cultura occidental se basa en gran medida en la cultura, la física, la educación, la política y la forma de vivir que un bendito día nos dejaron los griegos de entonces como herencia.
Creo que Europa no les ha hecho justicia, ningún país ha alzado la voz para ayudarlos…..aún así su dignidad y orgullo no tiene precio, y no se han dejado prostituir por los capitales extranjeros vendiendo sus preciosas islas, ni dejando que se conviertan en pastos de las cadenas hoteleras. Grecia Anarquista, Grecia soñadora, Grecia luchadora, Grecia única……
Caramba, Francisco, estas hecho todo un compositor. Me gusta mucho tu canción.
Un día alguien me dijo: ¿Qué pasa con Grecia que es el país menos europeo de Europa? Yo me lo quedé mirando y le dije que si no había pensado que era al revés, que la Europa de los mercaderes hacía mucho tiempo que había abandonado sus gloriosos orígenes. De tan necios que somos, a veces nos creemos listos y superiores.
Un saludo
Gracias Ana por tomarte el tiempo para escuchar «Agora» me alegro mucho que te guste. Me gusta mucho leerte, no dejes de escribir y de tenernos informados por favor, cada vez que lo haces de alguna manera viajamos al país Helénico a través de ti.
Te paso otra canción, precisamente que habla del timo de Europa, haber que te parece.
https://youtu.be/fAzCKt-eey8
Un besote Ana, cuídate mucho y gracias por todo.
Igualmente, Francisco. Cuando quieras tienes la puerta abierta para mostrar tus canciones aquí. Seguro que las disfrutamos.
Me encanta leerte,Ana.Cuando tengo ganas o necesito sentir Grecia cerca con todo lo bieno y balsámico que implica,te leo y me llevas allí.Gracias!
Guau, pues que bien, transportarte en un minuto y sin tener que sufrir a Ryanair o los aeropuertos impersonales, los odio. Es para mi todo un honor llevarte de viaje.
Un placer leerte Ana. Gracias
Gracias, como siempre, Román.
Ya te comenté en otro momento que me quedé sin dinero el día 20 y me quedaban todavía días de estar en Mykonos.Tomando algo en el puerto con una pareja que apenas conocía,me dieron dinero.Ya se lo devolvería en Madrid ,por donde pensaban pasar.La evolución ha sido posible más por la conducta colaborativa y altruista del ser humano que por los avances técnicos.Estas acciones embellecen y distinguen al ser humano.Grecia está tocada por la magia.Si no,no seríamos legión desde siempre las personas que nos sentimos atrapadas.
Heinrich Schliemann , Nietzsche…tantos otros.
Nosotros mismos…
El altruismo y la colaboración siempre se han considerado como una formula de éxito para la vida; las tribus más solidarias tenían más posibilidades de sobrevivir. ¿Qué pasa ahora? Pues eso que nos deslizamos por una pendiente sospechosa.
Muchas veces me pregunto si Grecia y los griegos son lo que digo o yo me la invento para poder seguir tirando par adelante. Pero aquí estáis vosotros para decirme que no es una alucinación, que estoy en lo cierto. Muchas gracias por eso.
Hola Ana; Qué te voy a contar de volver una y otra vez a Grecia, llevo 41 años. Algo ocurre para colgar así (desde luego) pero ¿qué?. Yo creo, por lo menos en mi caso, que comenzó por un azar, lo barata que era entonces Grecia, y ha acabado en algo más psicoanalítico (racional/inconsciente): Grecia era mi infancia, lo que aquí ya no estaba como antes, lo que había visto, respirado, sentido, tocado y oído. Cada vez que voy vuelvo a mi patria chica (y mira que ha cambiado Grecia…) con los pros sublimados, y los contras amortiguados por ser adulta. Pero sigo sintiendo ese vértigo que no cesa una y otra vez. No es solo la integridad en el obrar de sus habitantes, que no lo cuestiono, es también el medio. Encontrar una familia de búhos (no se si autillos) delante del coche, en fila y cruzados de brazos (o lo que tengan) sigue siendo impagable. Ver una tortuga de tierra cruzando la carretera, insólito. Cruzar a toda pastilla zorros increíble… Todo lo que me pasa, de vez en cuando ahí y sin exagerar, es In i Im. Recordar los baños (que aquí parezco pija porque solo me baño en Grecia) la vegetación y otras. una suerte Creo que en los griegos también están las cualidades y defectos de mi infancia y sigo valorando las primeras y amortiguando las segundas. Como en el análisis el inconsciente también se hereda (no podría ser por obligación) y mis hijas ya son filo helenas y ya hacen el periplo y las peripecias (por hacer hincapié). En todo caso es una fortuna, una suerte que hemos elegido. Espero Ana que sigamos muchos años cruzándonos entre el Jónico y València.
Últimamente veo muchas tortugas gigantes nadando en los puertos. Son tan grandes que cuando sacan la cabeza parecen un buceador e incluso he visto focas en el Jónico estos dos últimos años. Pero también están los contras, como tu bien dices: las agridas( saltamontes) que muerden, la invasión de las lombrices en otoño, las avispas pertinaces. Aquí cuando toca mosca es mosca, pero sin freno, y cuando toca araña te pasas el día quitando telas, que ellas se emperran en tejer inmediatamente como Penélopes colgadas.
Me encanta en primavera subir a la montaña de Lefkada, cuando oscurece se llena el campo de lucecitas de las luciernagas, parece el bosque encantado. En fin, todo eso mezclado con Homero y los dioses, junto con la extravagante locura de los griegos, hace que vivir aquí sea todo un espectáculo.
Seguiremos cruzándonos de Este a Oeste, muchacha. Algún día nos pararemos y nos encontraremos.
Hola Anuska; que sensación de llegar tarde… ¡veintidós comentarios! ¿Y dices que no entiendes el por qué esperamos como agua de mayo tus escritos? No se te ocurra dejarlo que rompemos las peras tu y yo. Después de leerme atentamente los comentarios de todos mis compañeros de blog, no se me ocurren sinónimos (tampoco es que mi biblioteca mental sea muy amplia) para decirte lo mucho que me ha gustado tu historia, y que verdad lo que de los griegos trasmites en ella.
Tomate unos cuantos vinos a mi salud, que a la vuestra yo no paro de hacerlo.
Un millón de besitos
Viriato
Por cierto, la foto es preciosa.
Y que me dices de Melina. Buah, es genial
Esta vez te despertaste tarde. Ya ves, el tema helenófilo desata pasiones. Habrá que hacer una cruzada a la inversa, en vez de para rescatar Jerusalén, para que no estropeen Grecia, que es de lo poco que nos queda en el Mediterráneo; sin jugarnos el pescuezo, claro.
Vale, seguiré contando historietas. A tu salud, amigo. Y a la de todos los que se pasan por el blog y dejan su cariño prendido de las lineas.
Buena proa, vinitos y besitos a montones
Hola Ana
Al parecer llegue después de viriato,y las dos entradas anteriores no dije nada,de tan guapas entradas,por qué no solo cuentas historias,sino como las cuentas,y me quedo al final de la lectura como los niños escuchando un cuento «venga más,venga sigue» y para colmo de gracia y habilidad ,vas y pones a Melina Mercuri,lo que se dice redondo y tú llamas ,garabatos ( lo que hay que oír,señor,señor.
Un fuerte abrazo
AntonioR
Aj, Melina es que llena la entrada ella sola; en esa foto está guapa de remate y el buzuki que acompaña la canción me pone la gallina en la piel, que decía Cruyff.
Garabatos le llamo a contar pequeñas anécdotas del día a día, pero bueno, las cosas pequeñas normalmente son mas interesantes que las grandes.
Un abrazo, Antonio. Aunque no escribas ya sé que andas por ahí.
Algo tendrá el agua cuando la bendicen…, impresiona leer a todas estas personas hablando así de Grecia. No hay como leerte de vez en cuando para refrescar esas ideas de viajar a alguna de aquellas islas, este año hemos estado apunto de poder ir, Karpatos iba a ser nuestro destino. Pero les ha llegado la edad a nuestras hijas de ir a la universidad y, ay amigo, hay que elegir, por desgracia el presupuesto no da para todo. Es igual, de allí no se moverán las islas, espero.
Cada día que pasa, tanto mi mujer como yo, estamos más convencidos de que nuestro momento llegará y por fin volaremos, navegaremos, o conduciremos hasta allí.
De momento nos conformamos con imaginar que estamos en el Egeo cuando nos dejamos llevar por el viento de nuestro mar y cuando nos metemos en nuestro huerto entre las tomateras, pepinos y berenjenas…, por cierto, algunas flores ya han parido los primeros tomatitos, parece que viene buen verano.
Un saludo Ana y que tengas un buen verano.
Karpatos…hace ya tantos años que estuve allí que ni me acuerdo. Lo bueno de la mala memoria es que te permite volver a los sitios mil veces, como si fuera a primera.
Esos tomatitos, quién los pillara. Bueno, la verdad es que aquí también están muy ricos. Lo malo es cuando vuelvo a Valencia, no saben a nada de nada. De momento las frutas en Grecia saben como dios manda; veremos cuanto aguantan.
Καλό καλοκαίρι. Que tengáis un estupendo verano
Ana, como siempre una delicia leerte. A veces, como en esta ocasión, muchos comentarios publicados hablando del enamoramiento o del hechizo de Grecia, por eso la satisfacción es doble.
Felicidades Ana, también a todos los que siguen el blog y son capaces de entender y de sentir esa emoción que tiempo atrás de forma inequívoca refirió Miller en El coloso de Marusi.
En unos días por allá andaremos y que el vientecillo que se prevé nos deje disfrutar.
Salud
Hola Mario. Felices viajes tengan ustedes por las deliciosas aguas del ponto rico en peces; ya sabes, en ninguna otra parte se pasa de la realidad al ensueño tan fácilmente como aquí. Ya contareis ala vuelta. Nos seguiremos viendo por aquí. Un abrazote