Lo venía sospechando desde hace algún tiempo. Quieres negar la evidencia; la dura evidencia. Pero los signos son inequívocos: en el barco entra agua por la bocina; aprieto las abrazaderas, cambio las abrazaderas, vuelvo a apretarlas. Entra más agua que antes. Tengo un problema; de los gordos.
Era finales de Julio. Toda Grecia preparada para la estampida estival hacia la costa y para dejar Atenas como un pueblo abandonado del Oeste Americano. Y yo, en Lefkada, con una larga temporada de navegación con el barco por delante. Con pasajeros llamando por teléfono sin cesar.
– Llegamos el día…tal
– Salimos el día….cual
– ¡Que ganas tenemos de llegar¡
Me acordaba de Safo, la poetisa que se suicido, en esta misma isla, arrojándose al mar desde un lugar que hoy ya se llama: el salto de Safo.
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El cabo Dukaton o salto de Safo, en Lefkada |
¡Takis βοήθεια! (Takis= nombre de un mecánico, βοήθεια= ayuda) ¡Me hundo!
Me fui navegando a vela, a Vliho, donde Takis tiene su chiringuito lleno de gatos, de chatarra náutica y motores desvencijados; con la bomba de achique permanentemente en marcha.
Tras sucesivos intentos por mejorar la situación, sin éxito, pronunció las palabras que yo mas temía y que ya esperaba:” Tienes rota la bocina”.
La bocina es un tubo de bronce por donde pasa el eje de la hélice; va laminado con fibra y solidario al casco. Es decir, romper la bocina es una avería muy rara; muy, pero que muy, grave.
–Sé cómo te sientes, pero ahora no podemos hacer nada. Mañana estará todo cerrado en Atenas y yo también me voy de vacaciones. Es un trabajo para hacerlo con calma en invierno.-Dijo estas palabras mientras se alejaba por el varadero arrastrando un alternador y seguido por sus gatos. Mi mirada se clavo en el infinito y se nublo, totalmente.
No habrían transcurrido 5 minutos cuando se dio la vuelta y me chilló desde lejos:
– ¡Θα το κάνουμε! ( ¡Lo haremos!)
– ¡Θα το κάνουμε! ( ¡Lo haremos!)
Sonreí. Imaginé a Safo arrepintiéndose de su salto, antes de llegar al mar.
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Safo saltando. |
Agosto, 40 grados. Sacaron el barco del agua y daba la impresión de que se iba a derretir. Varadero vacio, ni una sombra. Dentro del barco era como estar en una olla a presión, con el sol calentando su casco azul y sin el mar debajo para atemperar. Sudábamos, sudábamos…Takis maldecía el momento en que había accedido a hacer el trabajo.
Sacó la bocina vieja….¡¡¡¡Ohhhhhh!!!!
– El problema es que este tubo, de este diámetro, no lo encontraremos aquí. Hay que pedirlo a Atenas– Dijo, para mi desesperación- y Atenas está cerrada a cal y canto. Pero….Tengo una idea. – Tomó su teléfono y se alejó dando grandes voces y risotadas.
– ¿Cuál?- Dije yo.
– He invitado a un amigo a comer en mi casa, vive en Atenas. La única condición que le he puesto es que traiga un tubo de bronce.–Me respondió.
– Y ¿Que ha dicho? – Pregunté.
Atenas está a unas 5 horas de Lefkada por carretera. Su amigo tardó 12. Las colas de coches intentando huir de Atenas , salieron en todos los informativos. Pero la bocina llegó. Y la montamos. Y Takis Laminó y laminó a 40ºC. Y yo le hubiera dedicado un templo entero.
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En 4 días estuvo todo listo, la Maga en el agua y navegando. |
Apreciado lector náutico ¿Cómo se hubiera solucionado esta situación en nuestra querida España? ¿Y en Italia? ¿Alemania, quizas?
Me podeis preguntar ahora ¿porque estoy enamorada de este país?
En una ocasión, navegando en un pesquero de madera 14 M de Esl., se despedazo la boba de baldear; entraba agua por el tubo de fondo…, la bomba de achique portatil y electrica poco más grande que una lata de refresco. Uno desmontando, otro tratando de taponar con trapos y el 3 buscando un trozo de madera cilindrico para hacer un tapón; lo conseguimos y pudimos segur boniteando por W 12 N 44…
Se pasa mal en esas circunstancias ¿Eh? Yo, tambien , me levante un dia, en otro barco, cuando lo transportaba por mar, con el agua por los tobillos. Tras largas horas de buscar el fallo, lo encontré: entraba por una bomba de achique, mal instalada….que alivio cuando lo descubres.
Yo he tenido la pieza rota en las manos y puedo certificarlo. ¡Alucinante!. Es la avería más rara que he visto nunca. Ana, con Takis viste el cielo. Yo en las Espóradas, estuve intentando que un mecánico llamado Pondromos(o algo así)me solucionara la avería del inversor y como si quieres arroz Catalina. Si, era el 1 de Agosto y me tuve que navegar 150 millas hasta Lavrio, junto al cabo Sounio, perdiendo aceite (el motor, no yo) para que un mecánico recomendado por un amigo me lo solucionara. Estoy enamorado de Grecia, pero en cuestión de "similares", el amiguismo sigue siendo la única solución para unas prisas. Igual que en España. Y más en Agosto. Excelencias de nuestro carácter Mediterráneo.
Besitos Viriato
Esta claro que los amigos estan para algo, pero te aseguro que en nuestro país, el 1 de Agosto y con semejante reparación… Ni amigos ni leches.
Pondromos….no me suena del santoral griego, que quieres que te diga.
Pródromos, no me puedo fiar de mi cabeza. Mis más bajos instintos afloran cuando escribo este nombre. ¡la madre que le parió, que bien toreaba por teléfono!. En lo que tienes toda la razón, es que semejante reparación no te la soluciona nadie en tan poco tiempo.
Un beso
Yo de náutica más bien poco, pero tu relato me ha encantado. Para mí, hasta ahora, una bocina era un artilugio que hacía "moc moc", la de cosas que puede aprender una con Grecia como fondo…
Claro, Beatriz, de Grecia se aprende, que todo es posible y que los problemas se arreglan con un poco de ganas de arreglarlos. Son la autogestión por excelencia.
Y luego hay algunos listos que dicen que son poco eficientes…
Entrañable relato.
Ojalá hubiera muchos "Takis" y amigos de Takis.
Genial!
Y alguna Pilpen mas…
A veces llego con retraso a las entradas, y, lo peor, a los comentarios, Pero cuando llego,… Ahí voy… a saco!!
Tu comentario a mi comentario es …., UFFFRRRSSS Es que una es muy sentida !!,