Lo prometido es deuda: Ya está a la venta en Amazon la segunda edición de Mil viajes a Ítaca.
Tras cinco años de estar en el mercado de la mano de una editorial, he recuperado los derechos de explotación de la obra, le hemos hecho una revisión de arriba abajo, corrigiendo erratas e imprecisiones y lo hemos vuelto a publicar. De momento estará a la venta solo en Amazon y en otoño se hará distribución por librerías, como así se hizo con Navegando por el cielo.
Ojo: Todavía está a la venta la primera edición, con la antigua portada. No os confundáis, esta es la segunda edición.
Como podéis observar, ha cambiado totalmente la portada y el libro es un poco más grueso. Los capítulos van precedidos de unos mapas esquemáticos de las islas a la que se refiere, concienzudamente diseñados por Jesús Penelas. Esta fue una de las peticiones que me hacían algunos lectores, y creo que tenían toda la razón, pero la editorial no quiso adjuntarlos en la primera tirada. También le hemos añadido algunas fotografías en blanco y negro. Ha resultado difícil y en algunos casos ha habido que rebuscar en antiguos álbumes. Nunca ha sido lo mío el ir cargando con la cámara, inmortalizando los instantes. Siempre he preferido oler y tocar el presente, a guardar para el futuro el instante congelado de una fotografía. Los recuerdos aguantan mejor envasados en el fondo de nuestra memoria. Y en realidad, si no eres un buen fotógrafo, ¿para qué martirizar a amigos y conocidos? Aunque luego me arrepiento, porque nunca tengo nada para ilustrar mis aventuras. Lo intento suplir contándolas con detalle.
En cuanto a la fotografía de portada, ya sé que no es la esperada para un libro de viajes por Grecia. Grecia es la luz, la luz del Egeo. La luz de Elytis y Katzanzakis. Ese estado sublime de la visión que conecta los cinco sentidos. Más que ver, hueles, rozas, escuchas. El deslumbrado espíritu da un salto, estimulado por los punteos del bouzuki, ante los paisajes descarnados de las Cícladas, rodeados de un azul tan potente que lo engulle, mientras busca entre las piedras el antiguo Mediterráneo.
Entonces habló y nació el mar
Y lo vi y me asombré
Y en medio esparció pequeños mundos a mi imagen y semejanza:
Caballos de piedra con la crin enhiesta
y tranquilas ánforas
y espaldas inclinadas de delfines
Íos, Síkinos, Sérifos, Milos
«Cada palabra de una golondrina
para que te traiga la primavera en mitad del verano» dijo.
O. Elytis
Pero también hay otras Grecias, más oscuras y melancólicas, que descubres en la historia reciente del país. La Grecia del Jónico, del Épiro, de Macedonia, de Tracia. La Grecia de los Nostos, de Kavafis viajando rumbo a Itaca, de la nostalgia, de la emigración, de Kavadías, de Seferis, de la represión y de la cárcel, del incansable combate de Ritsos. E incluso de sombras atormentadas como la de Kostas Karyotakis o la de Maria Polyduri. La letra amarga de la rembética de los refugiados de Asia Menor y los paisajes brumosos de Angelópulos. Acompañados de ellos, el espíritu se adormece con el agridulce sonido del «clarino». Todo esto, también es Grecia.
¡Qué jóvenes llegamos aquí, a la isla despoblada, al fin
del mundo, cerca del sueño y lejos de la tierra!
Cuando se alejó el último de nuestros amigos,
fuimos viniendo poco a poco, arrastrando la perpetua herida.
K. Karyotakis
Y que conste que Mayte Piera, su autora, me dijo que las fotografías no hay que explicarlas, sino mirarlas. Pero en este caso creo que tengo que justificar mi elección. Y, además, os confieso que ese fue mi deseo desde que pensé en publicar el libro. E incluso antes, cuando Mayte y yo colaborábamos en el Huffington post, poniendo imágenes y texto a los viajes por Grecia. Pero la editorial, que arriesga su dinero y lógicamente busca lo comercial y la venta, prefirió imágenes más icónicas y reconocibles para su edición. Así que, ahora que lo publico yo, sin afán de nada y por el mero placer de hacerlo, tengo el gusto de introducirlo con la sugerente fotografía: la vigilia del que espera una llegada. Los destellos de un sol que se amaga entre las pesadas nubes de la tormenta. El sutil visillo que uno teje y desteje en su memoria, sin acabarlo nunca. El eterno viaje a cualquier isla que se llame Ítaca.
Como hablaba más arriba de la Polyduri, no puedo evitar despedirme con uno de sus más conocidos poemas, cantados por la dulce voz de Eleftheria Arvanitakis.
Μόνο γιατί μ’ αγάπησες
«Δεν τραγουδώ παρά γιατί μ’ αγάπησες
στα περασμένα χρόνια.
Και σε ήλιο, σε καλοκαιριού προμάντεμα
και σε βροχή, σε χιόνια,
δεν τραγουδώ παρά γιατί μ’ αγάπησες.
Μόνο γιατί με κράτησες στα χέρια σου
μια νύχτα και με φίλησες στο στόμα,
μόνο γι’ αυτό είμαι ωραία σαν κρίνο ολάνοιχτο
κ’ έχω ένα ρίγος στην ψυχή μου ακόμα,
μόνο γιατί με κράτησες στα χέρια σου.
Μόνο γιατί τα μάτια σου με κύτταξαν
με την ψυχή στο βλέμμα,
περήφανα στολίστηκα το υπέρτατο
της ύπαρξής μου στέμμα,
μόνο γιατί τα μάτια σου με κύτταξαν.
Μόνο γιατί όπως πέρναα με καμάρωσες
και στη ματιά σου να περνάη
είδα τη λυγερή σκιά μου, ως όνειρο
να παίζει, να πονάη,
μόνο γιατί όπως πέρναα με καμάρωσες.
Γιατί, μόνο γιατί σε σέναν άρεσε
γι’ αυτό έμεινεν ωραίο το πέρασμά μου.
Σα να μ’ ακολουθούσες όπου πήγαινα,
σα να περνούσες κάπου εκεί σιμά μου.
Γιατί, μόνο γιατί σε σέναν άρεσε.
Μόνο γιατί μ’ αγάπησες γεννήθηκα,
γι’ αυτό η ζωή μου εδόθη.
Στην άχαρη ζωή την ανεκπλήρωτη
μένα η ζωή πληρώθη.
Μόνο γιατί μ’ αγάπησες γεννήθηκα.
Μονάχα για τη διαλεχτήν αγάπη σου
μου χάρισε η αυγή ρόδα στα χέρια.
Για να φωτίσω μια στιγμή το δρόμο σου
μου γέμισε τα μάτια η νύχτα αστέρια,
μονάχα για τη διαλεχτήν αγάπη σου.
Μονάχα γιατί τόσο ωραία μ’ αγάπησες
έζησα, να πληθαίνω
τα ονείρατά σου, ωραίε που βασίλεψες
κ’ έτσι γλυκά πεθαίνω
μονάχα γιατί τόσο ωραία μ’ αγάπησες.»
Solo porque me amaste
No canto, sino porque me amaste
Con el transcurso de los años
y con el sol y con el presagio del verano
y con la lluvia y con la nieve
No canto, sino porque me amaste.
Solo porque me tuviste entre tus manos
una noche y me besaste en la boca,
solo por eso soy hermosa como un lirio abierto
y todavía se estremece mi alma.
Solo porque me tuviste entre tus manos.
Solo porque tus ojos me vieron
con el alma en la mirada,
orgullosa, adorné
la suprema corona de mi existencia
Solo porque tos ojos me vieron.
Solo porque me ennobleciste al pasar
y en tu mirada vi cruzar
mi sombra delgada como en un sueño
jugar, sufrir
solo porque me ennobleciste al pasar.
Solo porque a ti te gustaba
por ello, era hermoso mi caminar
como si me siguieras allá a donde fuera
como si estuvieras de alguna forma cerca de mí
Solo porque a ti te gustaba.
Solo nací porque me amaste
por ello me fue dada la vida.
En la ingrata vida insatisfecha
mi existencia fue colmada
Solo nací porque me amaste.
Solamente por tu escogido amor
me acarició la aurora de los dedos de rosa
Para alumbrar un instante tu camino
la noche llenó mis ojos de estrellas.
Solamente por tu escogido amor.
Solamente porque bien me amaste
viví para cumplir tus sueños.
Hermoso, donde fue tu ocaso
Y así, dulcemente muero
Solamente porque bien me amaste.
Enhorabuena, Ana.
Gracias, Eduardo. Será un placer volver a verte en alguna librería. Pero, de momento, solo está en Amazon, ya veremos en otoño. Si te apetece, se agradece una opinión en Amazon, para empezar a posicionarlo.
Gracias
Enhorabona!
Gracies
Anuska, Me encanta el libro, y gana muchísimo más tal como lo habéis editado. Muchísimas felicidades. Es una gozada volver a releerlo!!!!
Un beso muy gordo a los dos
Viriato
Me alegro mucho de que os guste. Por cierto, no aparece tu comentario en Amazon. Viene bien para posicionarlo.
Un besote
Lo pongo de nuevo, no se que habrá pasado…
Ana, qué ganas de tener esta segunda edición junto a la primera y qué maravilla estrenar la mañana de este domingo leyéndote. ¡GRACIAS!
Gracias a Ti, Leticia, transmites mucha ilusión en tus comentarios. Eso es un tesoro para mi. Y este otoño prometo ir a verte a Málaga.
¡Gracias, Ana! Me haces muy feliz y confío en que te lleves un grato recuerdo de este puerto y esa travesía. Te espero con ilusión.
Enhorabuena Ana. Precioso el «Navegando por el cielo» que gentilmente me regaló nuestro amigo Valentín, que estuvo en su presentación en Denia. Un abrazo para ti y Jesús.
Pues espero, de todo corazón, que nos podamos ver alguna vez por Denia o Valencia.
Un abrazo muy gordo desde Grecia, con buenos recuerdos.
Tengo la primera edición, después de haber leído tu blog, (además de «Navegando por el cielo») vas a hacer que me compre la segunda…
«las fotografías no hay que explicarlas, sino mirarlas» con argumentos como estos me desarmas.
También puedes hacer que alguien te lo regale … lo pides por tu cumple, por ejemplo. Espero poder conocerte en alguna presentación este otoño.
También puedes hacer que alguien te lo regale … lo pides por tu cumple, por ejemplo. Espero poder conocerte en alguna presentación este otoño.
Deseo que esta nueva edición se acerque a nuevos lectores y también antiguos, claro. Desde luego el contenido lo merece y, además, quien no haya leído el libro y pueda leer este post tuyo, seguro que siente una tentadora llamada. Todas esas referencias y esos ecos de una Grecia que es un faro van a la busca almas que ansían una emoción y una reflexión determinada.
Unha aperta
Hola, Mario. Te respondí antes pero no sé publicó la respuesta. No entiendo.
Decía que, en mi pueblo de Grecia ha gustado mucho la foto de portada y, sobre todo, lo de que Grecia no es sólo el Egeo.Se han emocionado
Un abrazo a los dos
Hola, Mario. Te respondí antes pero no sé publicó la respuesta. No entiendo.
Decía que, en mi pueblo de Grecia ha gustado mucho la foto de portada y, sobre todo, lo de que Grecia no es sólo el Egeo.Se han emocionado
Un abrazo a los dos