Saltar al contenido

Que rápido pasa el tiempo, Safo.

Aquí va otra versión  del mismo poema de Safo cantada por Angelique Ionatos, de su disco Sappho de Mytilini.
 Angelique Ionatos es una cantante muy peculiar, situada entre la canción griega, la poesía; casi el blues.  Más bien es todo un universo personal, conducido por la fuerza de su voz poderosa.
Angelique+Ionatos.jpg.Que rápido pasa el tiempo, Safo

Angelique Ionatus and Nena Venetsanou-Grigora I Ora

Esta canción tiene un toque más oriental y antiguo. Me gustaría saber, si hay algún lector que entienda de armonía, en qué modo musical está escrita  para tomar este aire. ¿Es alguno de los modos clásicos griegos?
Bueno en todo caso… a ver cual os gusta más, si esta o la de la entrada anterior.

Hoy no cuento ninguna historia, ya la contaré a la vuelta; me voy a Grecia mañana. Pero como de canciones hablábamos y cuentos no contamos, os remito al blog de  Beatriz, Mecánica Dadiana, para que leáis, ahí sí, un cuento precioso sobre cantos; u oigáis, si le dais al enlace del propio blog.

6 comentarios en «Que rápido pasa el tiempo, Safo.»

  1. Ahora mismo no sé si ese "mañana" se refiere a hoy o a mañana. De cualquier forma, no importa… buen viaje, buena estancia,… buenas delicias ( la "red" va a arrastrar muchísimo) en ya sabemos dónde (gracias a la información proporcionada) , buenos aromas,… lo de los baños en el mar, casi que lo dejamos ( de momento).
    Besitos

  2. ¡Qué impresionante encontrar a alguien que está viviendo uno de mis grandes sueños: Vivir en Grecia, aún más, navegar en Grecia!

    En un primer vistazo he encontrado nombres que admiro desde hace tiempo: Safo, Zorba, Moustaki, Arvanitaki… Así que amenazo volver con más calma y seguir leyendo.

    Brindo por la Fortuna que me trajo aquí cuando navegaba en aguas virtuales: ¡Yamas!

  3. Hola:
    Gracias a todos toditos por vuestros deseos de buen viaje. No han funcionado muy bien. Perdieron las maletas a la ida y a la vuelta.
    Que ilusión Argonauta, encontrarte navegando por estos mares procelosos y virtuales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *