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Tragedia en un ferri de Grecia

Es difícil, por no decir imposible, moverte por Grecia y no tener que hacer uso de un barco. El agua es aquí como el aire que ocupa todo el espacio que le permiten, y si quieres ir de un sitio a otro no te queda más remedio que ir saltando charcos. Teniendo en cuenta las islas, los mares interiores, las ensenadas y un sistema de carreteras, hasta hace pocos años, un poco deficiente, podremos hacernos a la idea del número de ferris que necesita este país para funcionar. Algunas veces son grandes barcos para largas travesías, la mayoría de las veces, patatitas abolladas para pasar al islote de enfrente, pero siempre con humor y alegría. Por esa razón, los que viajamos con frecuencia a Grecia acumulamos gratos recuerdos de anécdotas a bordo, porque, como es habitual en esta tierra, suelen acaecer cosas extraordinarias. Aquella vez que el ferri salió tarde por esperar a un paisano que tenía que ir al médico. Aquella ocasión en la que volvieron a amarrar para desembarcar a algún despistado que se había equivocado. Esos paquetes dejados en la cubierta que alguien recogería en otro puerto, sin otro documento acreditativo que su propia palabra. Ese trasiego de gatos por el ponto vinoso, alegrando las veladas de gatas de islas remotas. Esos acordeones desafinados. Esas rosquillas compartidas por mujeres anónimas. Esos váteres siempre atascados. Esos perros cansinos y pulgosos deambulando entre las piernas de los pasajeros esperando la caída de algún furtivo bocadillo. Y esa necesidad tan esencial de la figura de una nave de conexión, casi tanto como respirar, comer o abrigarse. De esta manera, sus capitanes llegan a ser considerados pura leyenda y se les honraba con canciones; como el caso del capitán Skopelitis, héroe, donde los haya, de las pequeñas Cícladas.

En el pasado, con mucha gente he compartido la sensación de estar a salvo al llegar a Grecia, de que pasara lo que pasara, nunca te encontrarías solo, siempre habría un ser generoso a quien pedirle ayuda o consejo. Una especie de vitamina espiritual, de categoría de la mente, que te hace creer que la maldad se puede contener más allá del mar, en la otra orilla. Y que, una vez cruzado el Adriático, puedes dormir a pierna suelta. Malos, los hay, pero tú tienes un escudo protector contra ellos. Y así, con esos inocentes credos, permites que la llegada sea una experiencia dulce y gozosa. Si no llevas al Cíclope ni al feroz Poseidón en tu corazón, no tienes nada que temer.

Cuando leí la siguiente noticia, que ahora voy a comentar, se me cayó el mundo encima, como una lápida de mármol. Primero porque era un crimen, pero, sobre todo, por haber sucedido en Grecia.

Imagen del periódico griego Kathimerini.


El día 5 de septiembre zarpaba un barco desde el Pireo con rumbo a Heraclio; llevaba 13 minutos de retraso. Un pasajero entró a última hora, cuando ya habían dado la orden de largar amarras, y un tripulante se lo impide. El pontón trasero todavía no había ascendido. Ante la insistencia del pasajero, el tripulante lo empuja en sucesivas ocasiones, hasta que el joven pierde el equilibrio y cae al mar cuando las máquinas ya están marcha avante. Como resultado del rebufo de las hélices y de las fuertes corrientes, el joven se ahoga. Un anuncio por megafonía solicita disculpas por el retraso debido a un incidente portuario ajeno al barco. El ferri no se detuvo y prosiguió su derrota hasta que, transcurridos 40 minutos, la policía de puerto le obligó a volver. La conmoción a bordo es total y hay grabaciones del accidente; hoy en día siempre hay alguien con el móvil en la mano. No se lanzó ningún aro salvavidas ni se dio aviso de hombre al agua; pereció solo y sin asistencia. Algunos testigos relatan la frialdad con la que la tripulación informó al puente de que estaban listos para zarpar, a pesar del náufrago. Hay quien dice que algún pasajero intentó contactar con el capitán y este les cerró su puerta.

La noticia ha caído como una losa sobre una Grecia asolada por los terribles incendios, primero, y por unas inundaciones nunca vistas, inmediatamente después. Pero, así como estas cosas no son más que fenómenos naturales, la desolación que produce la brutalidad humana, es la peor y más amargas de las desgracias. Todo el país se encuentra de duelo y las manifestaciones de repulsa se prodigan en Creta, la patria chica de la víctima, así como un clamor de indignación entre el gremio de marinos mercantes, bastante numeroso en este país.

Evidentemente, tanto capitán como los tripulantes implicados, están detenidos y acusados de homicidio. La pena que probablemente les espera es la máxima, ya que el número de medidas de seguridad que se han saltado a la torera es considerable: denegación de auxilio, agresión a un pasajero, no dar la voz de alarma, desamarrar sin la presencia de un policía de puerto y un etcétera que irá saliendo a la luz según se proceda en la investigación de la fiscalía. Pero ya no hay nada que pueda compensar la pérdida totalmente evitable de una vida. Tampoco el daño moral, esa sensación de orfandad que nos deja la caída de la venda de nuestros ojos, el aparecer al otro lado del espejo, allí donde no existe lo que dábamos por cierto y necesario; todo ha desaparecido, como esas casas quemadas en los incendios, o las imágenes de las riadas que se suceden en las noticias, arrastrando coches y contenedores a un mar, hasta ahora azul y luminoso.

La tierra tardará en sanar por fuegos y desbordamientos, pero hay algo más amargo, un humor agrio que sube por la garganta y atenaza el corazón. Una convalecencia que durará mucho más tiempo: la sensación de que aquí, como en cualquier parte del mundo, nadie te puede librar de la perversidad y la indiferencia.

El video que pongo a continuación es una grabación de la televisión griega, está en griego, por descontado, pero se pueden ver las imágenes del vergonzoso crimen y la agresión por parte del tripulante.

18 comentarios en «Tragedia en un ferri de Grecia»

  1. Terrible Ana, todas las noticias que llegan de Grecia últimamente son terribles,pero esta te encoge el corazón…quizå a veces los enamorados de Grecia tendemos a la idealización?
    Me alegro de que La Maga y vosotros estéis bien. En junio estuvimos justo por Pélion y las Esporådas, ahora anegadas en agua y barro, mas las tragedias humanas.
    Abrazos!

    1. Hola, Alicia. Ha sido un veranito terrible. Lo de las inundaciones todavía no ha acabado, ayer pasó por Tesalia y ha dejado Larisa anegada de barro y agua, desaparecidos, gente sin casa… Uf, esto va a tardar en recuperarse.
      En el Jónico nos hemos salvado, por una vez. Toquemos madera.

      Un abrazo

  2. Es descorazonador escuchar estas noticias de Grecia: las acusaciones y el acoso a los inmigrantes en los bosques de la frontera, el ascenso de nuevos grupos neonazis y de ultraderecha, y ahora esta triste noticia del ferri. La misma tierra en la que se dijo que el hombre es la medida de todas las cosas ofrece tristes ejemplos de deshumanización. Parece el signo de los tiempos que se extiende por todas partes, pero no hay que perder la esperanza y reafirmarse en el compromiso de los que piensan que nada de lo humano nos es ajeno.
    Un abrazo

    1. No hay ningún ejemplo en la naturaleza de animal que retroceda en su evolución, el devenir evolutivo solo tiene un sentido: la supervivencia del más fuerte, lo cual me preocupa. Quizás significa que solo los que se comportan como bestias tienen posibilidades en este mundo superpoblado, ¿se acabó el hombre como medida de todas las cosas?, o ¿siempre ha existido esta brutalidad, pero ahora nos toca más de cerca porque somos más? En Grecia siempre he pensado que vivíamos un poco al margen de todo eso, pero está claro que soy una ilusa.

      Gracias por pasarte por aquí. Eso sí ha sido una alegría.

  3. Hola Ana, la verdad es que lo que cuentas es terrible, la deshumanización que estamos viviendo no hace más que demostrar la basura de sociedad que estamos creando. Siempre, como un piropo, os he oído decir que grecia está como España en los años 60. Pobre Grecia si su meta es acabar como la Europa, en teoría, adelantada. Sin olvidar los problemas con la inmigración, los incendios y ahora la Dana, sin hablar de los problemas que estan creando en todo el continente la ultraderecha, que en Grecia llevan tiempo potentes. Esperemos que el invierno lleve las aguas a su cauce.
    Un beso muy gordo a los dos
    Viriato

    1. Copiado en FB
      Triste realidad de una UE cada vez más deshumanizada, donde relatos como el tuyo son muy necesarios para despertar conciencias adormecidas/anestesiadas para que no caigamos una vez más en la «banalización del mal» . Un abrazo enorme

      1. Ha sido un verano tremendo. El gran incendio de Alexandropuli ( que se supone provocado por los inmigrantes de la frontera con Turquía) las terribles lluvias de 800 lts/m2 (que se supone que es causa nuestra por usar el coche y cambiar el clima), de nada de esto tiene culpa el gobierno y la falta de medios y previsión. Pero, cuando la puñalada te la da un ser humano, que podría ser tu vecino, duele el doble. Ya no estamos seguros de nada, todos pueden ser tu enemigo. Una deshora para la profesión, tu bien lo sabes.
        Un abrazo

    2. ¿Te acuerdas de la canción? «Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil también». Siempre han existido bestias humanas, pero estaban en los libros de historia y en países lejanos. Ahora resulta que los tenemos al lado y encima, parece que ya no nos conmociona la barbarie.

      Un abrazo grande Viriatodos

    3. ¿Te acuerdas de la canción? «Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil también». Siempre han existido bestias humanas, pero estaban en los libros de historia y en países lejanos. Ahora resulta que los tenemos al lado y encima, parece que ya no nos conmociona la barbarie.

      Un abrazo grande

  4. La crueldad humana… la venda de los ojos…

    Hoy no hay poesía, hoy hay rabia, indignación, desasosiego, deshumanización…

    Espero que sobre estos culpables (y todos los del mundo) caiga la justicia humana, y si es posible, la divina.

    1. La justicia es necesaria pero no consuela. Se pudrirán en la cárcel, con toda seguridad, pero nunca llegará Antonis a Creta, ni nuestros ojos serán capaces de volver a ver el esplendor en la hierba, la gloria de las flores. Días muy tristes en Grecia, Narciso

  5. Copiado en FB
    Triste realidad de una UE cada vez más deshumanizada, donde relatos como el tuyo son muy necesarios para despertar conciencias adormecidas/anestesiadas para que no caigamos una vez más en la «banalización del mal» . Un abrazo enorme

  6. Gracias, Ana, por tu siempre certeras, sensibles y profundas reflexiones. No, no hay paraísos. Hay algo muy oscuro en las entrañas de algunos seres humanos. Asusta cuando esa mancha parece extenderse.

    Un beso grande,

    Leticia

    1. No sé qué nos está pasando para que la vida valga tan poco. Un Sherpa que muere sin que ningún montañero se pare a preguntar qué te pasa, un viejo que no encuentra su casa y nadie se digna en acompañarle. Somos peor que los animales, ellos se pelean por comida, nosotros ya porque sí, porque me caes mal. La solidaridad siempre ha sido un mecanismo de conservación de la especie, así que creo que vamos encaminados al fracaso.
      Un abrazo, Leticia

    1. Así es, Asunción. Imagínate cómo están aquí en Grecia. Esta mañana llegaba el féretro a Heraclio en un ferri de la compañía Blue Star, propietaria del barco donde sucedió la desgracia. Allí estaban todos esperando, indignados, dolidos, consternados. Todo eso, acompañado de las víctimas de incendios y riadas, hace que los ánimos griegos estén bastante bajos.
      Es una vergüenza para cualquier marino que ame su profesión, no hay ninguna causa que lo justifique, el auxilio en el mar es algo sagrado.
      Un abrazo y gracias por pasar.

  7. Percibo cada vez que voy a Grecia – quizás lo veo con más claridad por ser griega- que hay un ejercicio de poder por quienes tienen un poder – por insignificante que ese sea- sobre los que no lo tienen. Es un ejercicio desagradable, hostil y de corte fascista que está alentado los últimos años e inquieta mucho encontrarlo en lugares y colectivos amplios. Pero me temo que es un fenómeno amplio que podemos ver casi en todos los países. La opción que nos queda es dejar claro nuestro rechazo enérgico de esos actos tal como lo están expresando los griegos en los puertos por los que pasa el fatídico ferry “blue orion”

    1. Hola, Vula. Tu punto de vista es muy valioso, por ser griega que visitas tu país con asiduidad y lo ves cambiar. Tienes razón, no es un fenómeno griego, es global. Nadie está a gusto con su trabajo y su vida, todos aspiran a ser ricos, famosos e influencer; cuando no lo consiguen, ese sentimiento de frustración lo descargan en cuanto tienen a mano una parcela de poder. Yo creo que aquí está la causa de los populismos y el auge de la extrema derecha. Pero el hecho de que ocurra en Grecia, nos deja desarmados a muchos románticos que pensábamos que este era el último remanso europeo.
      Todas las profesiones se degradan y se van banalizando (periodistas, políticos, escritores…)pero se llega al horror cuando encima se pierde cualquier vestigio de humanidad, como en este caso: el auxilio en el mar es una regla sagrada que está escrita en las tablas de la ley de todo marino que se precie.

      Un abrazo

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